Apuntan a elevar el consumo y la actividad

Manda el año electoral: más créditos y suba de asignaciones.

Ante la falta de reacción de la economía local y particularmente del consumo interno, el gobierno nacional resolvió “dejar de lado la siesta veraniega” y para ello analiza tomar algunas medidas importantes para apuntalar el decaído consumo de la población, al tiempo que se quiere continuar con el actual congelamiento de precios pero estableciendo cambios normativos que permitan una mayor estabilidad hacia el mediano plazo.

Según adelantaron fuentes gubernamentales a “Río Negro”, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner podría realizar estos anuncios en el transcurso de los próximos días.

Gran parte de estas determinaciones tendrán un costo fiscal, aunque en el Gobierno relativizan esa circunstancia, al considerar que este año las cuentas públicas dan un mayor margen de maniobra.

Los lineamientos del paquete de decisiones serían los siguientes, según pudo conocer este diario:

• Precios. Si bien aún no está totalmente determinado, se especula con la posibilidad de renovar por otros 60 días el acuerdo de precios, con la autorización de incrementos pactados con el Estado en determinados rubros. Además, se quiere impulsar una norma de precios máximos, con el fin de tener una herramienta jurídica más contundente a la hora de controlar los valores de los productos. Esto incluso se lograría modificando el artículo aún vigente de la ley de Abastecimiento. En este punto –como ya adelantó “Río Negro”– se extendería el acuerdo de precios a todos los mercados y se amenazará con represalias a quienes no lo cumplan. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ha proferido la amenaza de represalias frente a los incumplimientos, que no descartan expropiaciones de empresas. Análogamente, se evalúa reproducir en el interior del país esquemas como el del Mercado Central, de uso masivo y precios ostensiblemente menores, como ocurre en algunas regiones del país. El objetivo es siempre el mismo: contener la inflación. La ofensiva de Moreno incluiría a las entidades de defensa del consumidor, con la amenaza de que se las suspenda del Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores.

• Impulso al consumo. Se ampliaría el actual régimen, recientemente renovado, de reintegros de IVA a los consumos con tarjetas de débito y de crédito. Se aplicaría un incremento de dos a tres puntos en esas devoluciones.

• Tipo de cambio. Se va a continuar con la prohibición del ahorro en dólares, aunque cada vez circula con más fuerza el rumor de un desdoblamiento cambiario, con un tipo de cambio financiero y otro comercial. En el Gobierno circula la idea de llevar el dólar oficial a 6 pesos hacia fin de año, aunque se considera que el deslizamiento debe ser paulatino. Para el día de las elecciones podría estar en 5,40 pesos. “Ello permitiría más competitividad y producción de bienes y quitar presión de la demanda”, dicen en desde de la cumbre de las decisiones. La idea de una devaluación paulatina podría mejorar la recaudación por exportaciones y la caja, piensan en Balcarce 50.

• Asignaciones. Aumentaría la asignación universal por hijo en un nivel del siete al ocho por ciento.

• Promoción de inversiones. Se incrementaría el subsidio de las tasas de interés para la financiación en la compra de bienes de capital de diversos sectores industriales.

• Créditos. Se incrementarían las actuales líneas de créditos con tasas subsidiadas para las pequeñas y medianas empresas. Se aplicarían condiciones más flexibles en las condiciones de crédito. Por otra parte, el gobierno prorrogaría todo el año los créditos a la industria, a baja tasa, otorgados con el 5% de los depósitos de los bancos.

• Importaciones. Se busca instrumentar mayor flexibilidad en el férreo régimen de control de importaciones. Habría más apertura para la importación de maquinaria, bienes intermedios y determinados bienes de consumo masivo.

• Estatizaciones. Está en evaluación la nacionalización de empresas privatizadas del sector energético, “para fortalecer la épica de la soberanía energética en contraste con los cortes de luz frecuentes en el verano “. La alternativa es buscar anuncios de algún logro con la estatizada YPF.

• Emisión. Todo indica que la emisión monetaria y el fuerte gasto público continuarán con la misma intensidad que ahora, ya que en el convencimiento oficial se descree que esas acciones sean las culpables de la inflación.

Estos son algunos de los elementos centrales que el Gobierno espera anunciar para en poco tiempo más, como una forma más concreta de generar un mayor impulso a un consumo que ya no muestra signos de reacción.

En realidad, dentro del Gobierno se viene debatiendo desde hace unos meses si es necesario generar más medidas de impulso o no, pero la magra realidad de los números de las vacaciones de verano terminaron por convencer a los más reacios dentro del Ejecutivo a buscar caminos que conduzcan a la recuperación.

Un funcionario asesor del propio Ministerio de Economía lo admitió ante “Río Negro: “Sin dudas que los niveles de actividad y de consumo que tenemos en este momento son más bajos de lo que se preveía. El verano no fue lo que esperábamos”, aseguró el funcionario del Ministerio de Economía de la Nación.

(ABA y Redacción Central)

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