Cristina, con medios extranjeros: “No temo en absoluto ir presa”

Quizás ya no tenga el apoyo popular que supo convocar como Presidente, pero en lo que es el mundo periodístico, Cristina Fernández de Kirchner aún despierta interés. Ayer comenzaron a publicarse las primeras versiones de una entrevista que la exmandataria brindó a media docena de medios internacionales: volvió a reconocer –aunque “sin temor”– que puede terminar presa por las causas de corrupción que pesan sobre ella y su gobierno y una vez más denunció persecución judicial. En rigor, más que una entrevista, se trató de un monólogo sin repreguntas.

“Si hubiera tenido temor, no hubiera hecho no solo las cosas que hice en el gobierno, sino además posiblemente nunca hubiera militado en los espacios políticos en los que milite desde muy joven. Ser peronista en este país nunca fue fácil y nunca fue gratis”, dijo Fernández en una entrevista con Reuters, la cadena de televisión Al Jazeera, Telesur, Diario Jornada (México), Sputnik, y Nodal. La exmandataria recibió a los medios el jueves en su casa de El Calafate, donde permanece recluida, fuera de viajes intermitentes a Buenos Aires, para algún trámite judicial.

La expresidente cuestionó la presunta falta de parcialidad de algunos tribunales federales y admitió que podría llegar a recurrir a a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) si continúa lo que considera un persecución en su contra: “Aplicando esta constitución, estos códigos de procedimientos y estos códigos de fondo no tendría por qué haber ningún riesgo. Aplicando los códigos de la política argentina sí hay riesgo. Es la política argentina”, dijo Cristina, que también responsabilizó a los grupos mediáticos locales.

La ex mandataria tiene un importante frente judicial abierto, en incluso sus bienes y cuentas inhibidas. El juez Sebastián Casanello la imputó por supuesto lavado de dinero en el marco de la causa que investiga la denominada “ruta del dinero K”, que tiene en el centro a Lázaro Báez. La Justicia Federal también investiga a Fernández por haber cobrado posibles retornos mediante la operatoria hotelera e inmobiliaria que la familia Kirchner llevó adelante con diversos empresarios amigos, como Báez y Cristóbal López. Además, el juez Claudio Bonadio la procesó en la causa de dólar futuro, que la expresidente calificó de “arbitraria” y como “lo más emblemático en materia de persecución judicial”.

CFK también se refirió a Milagro Sala: “Hubo un retroceso evidentemente en las libertades. No puedo dejar de mencionar el caso de Milagro Sala, presa política, y ahora también se han sumado otros dirigentes sociales, entre ellos su esposo (ver Morales…)

Consultada por el caso de José López, Cristina prefirió desviar la atención hacia el Gobierno de Mauricio Macri: “No quiero minimizar absolutamente nada, me parece que son episodios que también tienen que ver con lo que puede pasar en cualquier gobierno. Pero también quiero decir que, escuchar a una persona que lleve el apellido Macri hablar de saqueo del Estado, hablar de la obra pública o hablar de determinadas cosas, realmente me parece una falta de respeto”, disparó .

Sobre la gestión de Macri, dijo que el desempleo figura, junto a la inseguridad y la inflación, como una de las principales preocupaciones de los argentinos: “ el desempleo no era un tema en nuestra gestión y hoy la inflación está superando el 50 por ciento”.

Consideró además que hubo un “mal cálculo” en la suba de tarifas y aseguró que “ni siquiera fueron los resultados esperados por el equipo que se autodefinía a sí mismo como el mejor de los últimos 50 años”. “Yo nunca me enojé ni critiqué a ningún argentino porque prendía la estufa o el aire acondicionado. Al contrario, fue durante nuestro gobierno que millones pudieron tener estufas o aire acondicionado”, dijo.

“Hubo un retroceso en las libertades. No puedo dejar de mencionar el caso de Milagro Sala, presa política, y el de su esposo”.

“No quiero minimizar absolutamente nada (del caso López), pero son episodios que también pueden pasar en cualquier gobierno”.

“Yo nunca me enojé ni critiqué a ningún argentino porque prendía la estufa o el aire acondicionado. Al contrario, se los pudieron comprar”.

Cristina Fernández,

expresidenta de la Nación.