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“Gracias señor presidente por habernos devuelto el orgullo de ser argentinos”, decía un cartel en manos de una mujer con atuendo gaucho chic: sombrero, poncho y zapatillas Timberland. Mauricio Macri llegó por una entrada lateral del predio de La Rural envuelto de aplausos y saludos calurosos: el campo lo recibió, si no como uno de los propios, al menos como a un buen amigo. Aunque el mismo presidente reconoció en su discurso: “Nunca he sido un hombre de campo”.

En un momento difícil para el resto de los sectores de la producción, el campo vive un clima favorable y más distendido, lejos ya del conflicto con el gobierno kirchnerista, en el 2008, que se extendió durante 127 días e incluyó paros, cortes de ruta y movilizaciones.

En medio de una ovación, el titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, agradeció al presidente haber cumplido sus promesas: a sólo cuatro días de asumir, Macri anunció la eliminación o baja de las retenciones según el cultivo. El agro además se vio favorecido con la eliminación del cepo y la devaluación del peso, así como la salida del default, que Etchevehere también agradeció: “El campo ya arrancó. Y esto es solo el comienzo”, aseguró.