El recorte de los “superpoderes” será gradual

El Poder Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados el proyecto de ley para limitar gradualemente los superpoderes, es decir, la capacidad que tiene la Jefatura de Gabinete para modificar partidas presupuestarias. Con esta iniciativa , el jefe de Gabinete sólo podrá reasignar partidas hasta el 5% dentro del monto total del Presupuesto para 2019.

El proyecto, que ingresó el jueves a la noche al Congreso con las firmas del presidente Mauricio Macri; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, será tratada en el recinto junto al proyecto de Presupuesto Nacional 2017.

El texto indica que el año próximo el jefe de Gabinete sólo tendrá facultad para reestructurar partidas presupuestarias hasta un 10%to; límite que se reducirá al 7,5% ciento en 2018 y bajará al 5% en 2019. Estos porcentajes son muy inferiores a los que se ejecutaron en los últimos ejercicios. Con la suma de decisiones administrativas y Decretos de Necesidad y Urgencia se llegó a ampliar los gastos autorizados por el Presupuesto en más de un 30 por ciento.

En los fundamentos, el proyecto indica que “se considera adecuado que la atribución del jefe de Gabinete de Ministros para realizar modificaciones presupuestarias a los créditos aprobados por cada ley de Presupuesto disminuya desde el 10 por ciento en el ejercicio 2017 hasta el 5 por ciento” dos años más tarde.

Se recuerda, además, que en 2006 el Parlamento sancionó la ley 26.127 que modificó la Ley de Administración Financiera para que el jefe de Gabinete pudiera disponer las reestructuraciones presupuestarias. En aquella oportunidad, se puso como excepción las decisiones que afectasen el monto total del Presupuesto y del endeudamiento público y el incremento de gastos reservados y de inteligencia que son competencia del Congreso Nacional.

El proyecto ingresado a la Cámara baja sostiene que su propósito es que el Legislativo “retome gradualmente las atribuciones que establecía la redacción originaria” del artículo 37, que ahora se propone volver a modificar. Otro guiño a la oposición.

Una costumbre