Justicia lenta: son más de 250 los juzgados vacantes en todo el país

Las consecuencias: el nombramiento de jueces suplentes, sobrecargados, ineficientes y con causas que demoran entre 12 y 14 años en tener sentencia.

Que la justicia argentina es lenta es una máxima que pocos ponen en duda. Las presiones del poder no son la única causa. De acuerdo con datos del Consejo de la Magistratura, órgano encargado, entre otras cosas, de realizar los concursos para nuevos magistrados, en el país faltan en sus puestos uno de cada cuatro jueces federales y nacionales. Es decir, existen más de 250 juzgados vacantes. Según denuncia la Asociación por los Derechos Civiles y el Colegio de Abogados de Buenos Aires, el número de vacantes incluso sería más alto: llegaría al 30% de los magistrados. Las consecuencias: jueces subrogantes sobrecargados que hacen un trabajo ineficiente, y una justicia lenta, con causas que en el fuero federal tienen una demora promedio de entre 12 y 14 años. Y eso para un fallo de primera instancia.

El proceso de nombramiento de nuevos jueces comienza en el Consejo de la Magistratura, que lleva adelante los concursos y, una vez finalizados, eleva la terna al Poder Ejecutivo Nacional. El PEN debe elegir un juez de esa terna y enviar el pliego al Senado, que, tras realizar entrevistas y audiencias, le da el acuerdo final.

Pero, primero, los números. Entre tribunales habilitados y no habilitados (actualmente fuera de funcionamiento), el total de cargos en la Justicia Nacional y Federal es de 979. Al día de la fecha, las vacantes, según los datos del Consejo de la última semana, son 254. Hay, en trámite, 86 concursos para cubrir 213 vacantes, el PEN tiene en sus manos 30 ternas y el Senado, 7 pliegos. Sólo 4 vacantes aún no tienen concurso. Es decir, faltan el 25% de los jueces.

“Este año enviamos 34 ternas. De los últimos 6 años, éste es el de mayor producción y todavía no terminó. La gente tiene que entender que en los últimos años hubo muy pocas ternas elevadas. A las acumuladas que tenemos de 6 años anteriores, se suman las renuncias, fallecimientos y jubilaciones de este año, con lo cual cubrís cinco vacantes y vienen cinco nuevas”, dice a “Río Negro” Miguel Piedecasas, actual presidente del Consejo. “En dos años vamos lograr reducir sustancialmente el número de vacantes”, asegura.

Para elevar ternas, el consejo, de trece miembros, necesita una mayoría de 9 votos. Mientras lo lógico es la elevación de 50 ternas anuales, entre el 2011 y el 2014, el Consejo concluyó, apenas, 45 concursos en total. Por aquella época la comisión de selección estaba dirigida por la diputada filo K tucumana, Stella Maris Córdoba. En 2015 se elevaron 21 ternas, casi todas durante la primera mitad del año. Luego vinieron las elecciones y se paralizó el Consejo.

Las demoras en los nombramientos durante los últimos años fue tal que hace un mes la Corte Suprema intimó al Consejo para que acelere los tiempos y avance con los nombramientos.

“La lentitud de la Justicia es brutal. En los juzgados federales observamos que las causas están tardando entre 12 y 14 años, con una consecuencia concreta que es que muchas causas prescriben. En el fuero laboral el recorrido de una causa puede ser de 5 o más años hasta tener un fallo de primera instancia, y después encima tenés la cámara. En los últimos años predomina la sensación de que la Justicia no hace Justicia, que es mejor llegar a un acuerdo malo que a un juicio”, afirma a este diario Torcuato Sozio, director ADC, asociación que denunció ante el Consejo que 324 cargos de jueces permanecen vacantes.

Aunque la acumulación fue brutal durante los últimos años, existen demoras actuales. El gobierno nacional y el porteño avanzan para concretar a fin de mes el traspaso a la Ciudad de más de 20 juzgados penales, 30 laborales y el fuero del consumidor. Para mayores demoras, el acuerdo tiene que ser ratificado por el Congreso.

“El ejecutivo ahora está parando los concursos para esos fueros a través de sus representantes en el Consejo, que opinan que si la justicia se va a traspasar, hay que esperar y que el concurso sea en la Ciudad. El Ejecutivo tiene para nombrar 10 jueces laborales, y todavía no mandaron los pliegos al Senado”, dijo a “Río Negro” la jueza miembro actual y expresidenta del Consejo, Gabriela Vázquez.

Mientras se reactiva el nombramientos de magistrados, en el país hay 184 jueces titulares subrogando otros juzgados, 26 secretarios y dos abogados. “El juez que subroga a la vez a otro juzgado, atiende part-time dos juzgados. No termina de atender plenamente ni uno , ni otro”, sostiene Piedecasas.

En la misma línea dice Sozio: “Es como jugar un partido de fútbol con 7 jugadores. Si perdés nadie te puede reclamar nada”.

“No nos pueden endilgar a nosotros cuatro años en los que no hubo concursos. Hoy, en el Consejo, estamos trabajando”.

Gabriela Vázquez,

miembro y expresidenta del Consejo de la Magistratura.

“La lentitud es brutal. Nunca tuvimos una Justicia maravillosa. Pero en los últimos 10 o 15 años la situación se ha agravado mucho”.

Torcuato Sozio,

director de Asociación por los Derechos Civiles (ADC).

Un sistema

poco eficiente

Argentina no tiene ley que haga más eficiente el nombramiento de jueces subrogantes. El kirchnerismo intentó sancionar una en el 2015, pero fue pronto declarada inconstitucional por la Corte Suprema. La norma permitía al Consejo elegir subrogantes en forma discrecional. Ahora, necesita dos tercios de los votos de sus integrantes.

Datos

“No nos pueden endilgar a nosotros cuatro años en los que no hubo concursos. Hoy, en el Consejo, estamos trabajando”.
“La lentitud es brutal. Nunca tuvimos una Justicia maravillosa. Pero en los últimos 10 o 15 años la situación se ha agravado mucho”.

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