López: las religiosas responsabilizaron a la hermana Alba por lo ocurrido

Dos de las hermanas que viven en el monasterio de General Rodríguez, en el que fue detenido el ex secretario de Obras Públicas, declararon este viernes como testigos.

Las dos religiosas que estaban en el convento la noche en que detuvieron a José López responsabilizaron a la hermana Alba por lo ocurrido. Sin embargo, se enfrentaron en un careo por diferencias sobre el momento en que vieron el arma que llevaba el ex secretario de Obras Públicas kirchnerista.

Además, las dos aseguraron que no supieron inmediatamente lo que contenían los bolsos que López intentó dejar en ese lugar, sino que recién se enteraron cuando les informó la policía.

Así se desprende de la declaración que desde las 11 hasta casi las 16 prestaron las hermanas María Antonia Casas (76 años) y Marcela Estefanía Albin (38), del Monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima, de General Rodríguez.

Las religiosas llegaron a Comodoro Py con sus hábitos religiosos y, de a una, fueron pasando al juzgado de Daniel Rafecas para prestar declaración testimonial.

Allí las esperaban personal del juzgado, de la Oficina Anticorrupción (OA) y abogados patrocinantes.

María, monja de clausura desde hace 20 años, era la encargada de atender el timbre en el convento desde que la madre superiora Alba se enfermó, mientras que Marcela también era monja de clausura y asistía en las diligencias dentro de la estructura del convento.

La Noche que llegó López al convento

Según contó Marcela, a las 8 de la noche del 13 de junio, Alba les comunicó que iba a pasar “el señor José”, a quien había visto “dos o tres veces” junto a su esposa porque “visitaban tanto al Monseñor (Rubén Di Monte) como a la madre Alba”, dijeron fuentes judiciales.

“Esa noche la madre superiora sólo me dijo que ‘llamó José y que iba a venir’, nosotras no pedimos explicación a la madre superiora. Se hacía tarde y después a eso de las 23 hs. y 00.00 hs., la madre Alba nos dijo que ‘no lo esperemos más a José’, que nos fuésemos a descansar. A eso de la madrugada, sonó el teléfono (…). Eran más o menos las 4 de la mañana”, dijo Marcela, según consta en su declaración oficial.

“La madre Inés me dijo que habían tocado el timbre de la casa de Monseñor y bueno, miramos por la ventana y estaba el Sr. José, a quien reconocimos porque estaba iluminado. Abrió la puerta la madre Inés, José estaba ahí con unos bolsos. Y la madre Inés le abrió la reja primero y después la puerta, y él le dijo ‘esto traigo para el Monasterio’”, añadió.

Asegurá que López “agarró los bolsos y la madre Inés lo ayudó a meterlos adentro de la casa” y señalo que “José y la ‘Sra. Mari’ (en alusión a Ana María Díaz, esposa del ex funcionario) a veces traían comida, té, fideos, arroz, también donó sábanas, ropa todo para nosotras”.

Como creímos que eran comestibles, Inés le pidió a José que los llevara a la cocina y después de eso, él se fue a la habitación de la madre Alba. Mientras tanto Inés y yo esperamos en el comedor”, aseguró la religiosa, quien aclaró que no vio el contenido de los bolsos.

Por su parte, María afirmó que “nunca” supo “quién era o a qué se dedicaba José o su mujer”, que la noche previa a la detención lo estuvo esperando por orden de la superiora hasta la medianoche y que a esa hora, creyendo que ya no iba, “me fui a acostar a mi celda, cerré la puerta y me fui a dormir”.

Después me llama la hermana Marcela, me golpea la puerta, y me avisa que había policía afuera del Monasterio, no recuerdo la hora; me asusté porque no entendía por qué motivo estaba la policía en el Monasterio, me levanté, me fui al torno, y atendí el portero eléctrico, entonces ahí el policía me explica que el vecino de enfrente había visto a un hombre que había saltado el portón con bolsos para adentro”, dijo.

Añadió que entonces le avisó a la hermana Alba, quien le respondió: “Que abra el portón ‘porque José se va’. Ahí me enteré yo que estaba José en el interior del Monasterio. Abrí el portón y quedó abierto. Todo lo que pasó cuando entró la policía yo no lo sé porque yo me quedé en el interior del Monasterio”.

La hermana Inés -Celia Inés Aparicio-, es la tercera monja involucrada y fue llamada a declaración indagatoria para el próximo 1 de agosto, por encubrimiento. En tanto, el Cuerpo Médico Forense hacía exámenes a la hermana Alba -Alba Día de España, de 95 años-, pero el juez ya dijo que no estaría en condiciones de declarar.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios