Submarino desaparecido: en un tenso clima, ultiman el rescate

La Armada afirmó, en respuesta a las críticas, que las naves zarpan sólo si están en condiciones, y que se siguió el protocolo correspondiente.

Las esperanzas de encontrar con vida a los tripulantes del submarino ARA “San Juan” eran ayer mínimas, al confirmar la Armada que hubo una explosión en la zona donde desapareció el sumergible el 15 de noviembre. Pese a esta perspectiva, la Armada continuaba anoche la intensa búsqueda en el área donde se detectó un “evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión” ese mismo día a las 10:51, tres horas después de la última comunicación con el comando central.

En la conferencia de prensa de anoche, la Armada se preocupó por responder a las críticas que surgen desde familiares de marinos y expertos navales sobre las condiciones de la flota de mar.

“Sobre el estado de las unidades navales y aeronavales: ninguna zarpa si no está en condiciones operativas con total seguridad. Se lleva el registro operativo de cada una de ellas”, dijo el vocero Enrique Balbi. “La antigüedad no implica obsolescencia, su estado son los que indican el estado operativo, el cual solo puede ser evaluado por profesionales idóneos”, agregó.

Aclaró además que la Armada trabaja en forma “mancomunada” con el ministerio de Defensa, dijo que no hubo demoras en iniciar la búsqueda ni en las comunicaciones con el Poder Ejecutivo, y afirmó que está “todo documentado”.

Al menos seis buques de la Armada y extranjeros recorren el área realizando el barrido del fondo con sus sonares en busca del submarino. En tanto, tres aeronaves, entre ellas el P-3 de la Fuerza Aérea de Brasil y el P-8 de Estados Unidos, cubren la zona en un detallado plan de vuelo, informó el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, en Buenos Aires.

El lugar de la explosión fue ubicado en un radio de 125 kilómetros frente al golfo San Jorge, a 430 kilómetros de la costa. El punto está a pocas millas de la última posición que se tuvo del submarino militar. (ver infografía)

En esa zona, la profundidad de la plataforma submarina tiene una variación muy marcada que va desde los 200 hasta los 3.000 metros. El ARA (Armada República Argentina) “San Juan”, construido en Alemania y botado en 1985, está preparado para una inmersión de hasta 300 metros.

El portavoz de la Armada se refirió además a una eventual “implosión”: “Cuando una explosión se da en algo confinado se habla de una implosión, no es una explosión que vayan a terminar flotando cosas en superficie, aunque no está descartado”, precisó Balbi. Descartó, en tanto, un eventual ataque contra el submarino: “No tenemos ninguna evidencia que pueda confirmar eso”.

El reporte del “evento violento consistente con una explosión” fue emitido por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE o CTBTO por sus siglas en inglés), tras el análisis de los sonidos captados en las estaciones hidroacústicas de las islas de Ascensión y Cruzet, en la costa africana. El OTCPE realiza sus estudios a través de una red de estaciones de detección que funcionan con distintas tecnologías, algunas sísmicas, otras de detección de radioisótopos atmosféricos y otras de tipo hidroacústico; estas últimas están instaladas en los fondos marinos.

La demora en la difusión del resultado se debió a las dificultades para identificar esas señales porque fueron demasiado leves. “El planeta produce ruidos todo el tiempo. Es un desafío filtrar sonidos relevantes del ruido”, sostuvo la portavoz del OTPCE, Elisabeth Waechter, en Viena.

La información fue transmitida por el embajador argentino en Viena, Rafael Grossi y éste al canciller Jorge Faurie, quien a su vez la transmitió al ministro de Defensa, Oscar Aguad, en ese momento reunido con los mandos de la Armada, según detalló el portavoz de la Armada.

El OTPCE es la única red global que “escucha” el latido de la tierra y mar, las 24 horas y 365 días del año, para establecer si hubo ensayos atómicos, cómo y dónde.

“Cuando una explosión se da en algo confinado se habla de implosión, no es que vayan a terminar flotando cosas en superficie”.

Informó anoche el portavoz de la Armada, Enrique Balbi.

Datos

El OTPCE es la única red global que “escucha” el latido de la tierra y mar, las 24 horas y 365 días del año, para establecer si hubo ensayos atómicos, cómo y dónde.
“Cuando una explosión se da en algo confinado se habla de implosión, no es que vayan a terminar flotando cosas en superficie”.

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