Barilochenses y turistas disfrutaron un fin de semana con nieve

Los más chicos aprovecharon para arrojarse en trineo por la nieve. Los turistas azorados no dejaban de sacar fotografías.

Barilochenses y turistas disfrutaron un fin de semana con nieve

Brian observó, contento, por la ventana de su casa que la nevada había sido generosa. Unos veinte centímetros se habían acumulado en el patio. El manto blanco invitaba a jugar. Había esperado un año para disfrutar del trineo, que su padre, Patricio Nahuelpan le había hecho el invierno pasado, con dos tirantes de madera y partes de PCV, para que se deslice más rápido. Por eso, apenas terminó de almorzar, se abrigó bien y salió con su papá a zambullirse en la nieve.

Improvisaron una pista próxima al arroyo Ñireco. Su casa está ubicada en una de las últimas calles del barrio Nahuel Hue. En el camino se acercó un amigo. Brian quiso compartir la felicidad de tirarse por primera vez en su trineo. El invierno pasado nevó muy poco y se quedó con las ganas de estrenarlo. Esta vez nada lo iba a detener.

Mientras Brian se deslizaba una y otra vez con su trineo por la nieve, a varios kilómetros del lugar, Susana y Rafael miraban, asombrados, el espectáculo.

La pareja había llegado el jueves desde San Pablo, Brasil, con la expectativa de conocer la nieve. Rafael tomaba fotografías del Centro Cívico y aunque se quejaba del frío, disfrutaba del paisaje.

Susana estaba casi congelada. Ni siquiera, el gorro, los guantes y la campera, que la cubría hasta las rodillas, era suficiente para tomar calor. Ayer a las 14, la temperatura era de casi un grado bajo cero en Bariloche y la sensación térmica peor.

Pero estaban contentos de que habían visto nevar. En San Pablo, la temperatura alcanzaba a esa hora, según indicaba accuweather.com, los 24 grados.

La pareja se alejó caminando por la remozada calle Mitre y a pocos metros Martha Rizzo estaba fascinada con el entorno. “Es una experiencia increíble”, explicó la mujer que, por primera vez, visitaba Bariloche. Vive en Montevideo, Uruguay y había llegado a esta ciudad, con su hija Patricia y su yerno Mario, en un vuelo desde la ciudad de Buenos Aires. “Realmente el paisaje es divino”, dijeron casi a coro.

En otro rincón de Bariloche, Virginia Gualmes había terminado de freír las últimas tortas fritas. “Ahora me voy a llevar tortas y algo caliente a los vecinos”, explicó la presidenta de la junta vecinal barrio Nahuel Hue.

Dijo que hace dos semanas se terminó de repartir la leña del Plan Calor, pero en algunas casas ya se había terminado.

Bariloche amaneció ayer con un manto blanco por la nevada que había caído desde el viernes, pero no causó grandes trastornos, excepto los cortes de luz en sectores del oeste de la ciudad y en la localidad de Dina Huapi por la caída de ramas y algunos árboles sobre las líneas.

El servicio de transporte público de pasajeros funcionó con normalidad y personal municipal arrojó arena en las avenidas y calles troncales como medida de prevención. También despejaron los accesos a algunos barrios. Ocurre que la intensa helada que cayó desde la noche del viernes y durante la madrugada de ayer congelaron los centímetros de nieve que se habían acumulado sobre las calles.

La titular de Protección Civil del municipio, Patricia Díaz, informó ayer que las cuadrillas municipales comenzaron a trabajar desde las 21 del viernes en varios sectores de la ciudad. Y afirmó que las guardias continuarán activas. “La ciudad aguantó bien”, resumió.


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