Caso Muñoz: analizan un pelo de la ropa interior del policía asesinado

Los investigadores del homicidio del policía Lucas Muñoz aguardan el resultado del estudio de ADN mitocondrial de un pelo, que hallaron en la ropa interior del empleado policial asesinado, con la esperanza que aporte datos relevantes a la causa. El crimen de Muñoz sigue impune y todavía no hay imputados por el homicidio.

El hallazgo del cabello se mantuvo en reserva durante varios meses, pero fuentes con acceso al expediente revelaron a “Río Negro” ese dato.

Explicaron que el equipo de investigadores, a cargo del fiscal Martín Govetto, tienen expectativas de que el resultado del estudio de ADN aporte una pista certera para seguir armando el complejo rompecabezas del caso.

Las fuentes recordaron que el año pasado se hizo un primer estudio del pelo encontrado, pero no arrojó un resultado contundente. Por eso, se solicitó un segundo estudio al Centro Atómico Bariloche.

Cuando hallaron el pelo en la ropa interior de Muñoz, se convocó a Daniela Rodio, que era su novia entonces para hacer el cotejo correspondiente.

La joven estuvo con Muñoz las últimas horas antes de que desapareciera el 14 de julio pasado, cuando se dirigía a trabajar en la comisaría 42 de esta ciudad.

Pero cuando se quiso hacer el estudio comparativo, recordaron las fuentes, no se pudo porque la joven se había planchado el cabello y aplicado tinturas. Por eso, es posible que el cotejo se vuelva a hacer en los próximos días.

Muñoz fue asesinado de un tiro en la nuca, entre las 12 del 7 de agosto y las 12 del 8 de agosto, según determinó el cuerpo médico forense de la Corte Suprema. Hallaron su cadáver el 10 de agosto tirado en un descampado, en las afueras de Bariloche. Estuvo desaparecido 27 días.

Cuando encontraron el cuerpo sorprendió que estaba vestido con su uniforme, tenía su documentación personal, su celular y su arma reglamentaria.

Muñoz tenía además una herida de arma de fuego en la pantorrilla derecha. Esa lesión generó distintas conclusiones. Para los peritos de Gendarmería, el tiro en la pierna fue casi contemporáneo al disparo en la nuca. En cambio, el cuerpo médico forense de la Corte dictaminó que la herida en la pantorrilla ocurrió unos 21 días antes de que lo ejecutaran. Es decir, a los pocos días de que lo habían secuestrado. El dato llamativo es que el uniforme de Muñoz estaba limpio cuando hallaron el cuerpo y el pantalón tenía el orificio del proyectil en la pierna, recordaron las fuentes.

La investigación en marcha aún no pudo esclarecer quién mató a Muñoz, ni dónde estuvo cautivo. La principal hipótesis plantea que lo mantuvieron secuestrado en Bariloche. ¿Qué exigían sus captores para liberarlo? ¿Por qué lo tuvieron cautivo tantos días? Son algunas de las preguntas que desvela a los investigadores. Están convencidos de que eligieron a Muñoz para presionar a alguien del poder político provincial, según interpretan las fuentes, pero faltan muchas piezas para completar el rompecabezas.

El gobernador Alberto Weretilneck aseguró a mediados de enero pasado en esta ciudad que nunca el gobierno provincial recibió un mensaje extorsivo durante los días que Muñoz estuvo desaparecido.

El dato

Los investigadores creen que la muerte del agente fue un mensaje de “apriete” al gobierno provincial, pero éste niega haber recibido un mensaje extorsivo.