Caso Muñoz: la investigación no pudo descubrir dónde estuvo

Caso Muñoz: la investigación no pudo descubrir dónde estuvo

El oficial ayudante de la Policía de Río Negro, Lucas Muñoz, estuvo vivo entre 25 y 26 días después de que desapareciera el 14 de julio pasado. Fuentes con acceso a la investigación relevaron ayer que el informe final de la autopsia confirmó que a Muñoz lo asesinaron entre 24 y 48 horas antes de que hallaran su cuerpo en un descampado, ubicado cerca de la Ruta de Circunvalación, en las afueras de Bariloche.

La confirmación del prolongado tiempo que Muñoz estuvo vivo desconcierta al equipo que trabaja en la investigación y que encabeza el fiscal Martín Govetto. Hoy, el fiscal brindará con su equipo una conferencia de prensa a las 10.30 en Tribunales de la calle John O´Connor al 20, junto con el hermano de la víctima y el abogado por la querella Alejandro Pschunder.

En la conferencia, el fiscal informará sobre los resultados de las pericias que estaban pendientes y que se hicieron en el gabinete de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería, en la ciudad de Buenos Aires. También detalles del informe final de la autopsia.

En la fiscalía y entre los querellantes se generó mucha expectativa por los resultados de las pericias que podrían aportar datos certeros para avanzar en el esclarecimiento del homicidio de Muñoz. Sin embargo, Javier Muñoz, hermano de la víctima, informó ayer que de acuerdo a lo que le adelantaron “no hay nada concreto”.

La investigación en marcha hasta ahora no pudo descubrir dónde estuvo Muñoz tantos días oculto en esta ciudad. Tampoco se sabe aún si el policía estuvo secuestrado o se ocultó de manera voluntaria las primeras semanas. Los forenses no hallaron indicios en el cuerpo de que haya sufrido tormentos o marcas de ataduras o de esposas. Por eso, sospechan que Muñoz no intentó escapar.

Los investigadores se preguntan una y otra vez: ¿quién puede tener la capacidad logística para ocultar y alimentar a una persona durante 25 ó 26 días y después ejecutarlo?.

Una alta fuente judicial admitió ayer que es la primera vez que se enfrentan a un caso de estas características en Bariloche.

Los investigadores están casi convencidos de que el autor del homicidio usó el arma de Muñoz para matarlo de un tiro en la nuca. Y luego, el autor y sus cómplices arrojaron el cuerpo de la víctima en el descampado donde un grupo de policías del Coer de Villa Regina lo encontró después del mediodía del 10 de agosto pasado.

Los homicidas dejaron a Muñoz con todas sus pertenencias. Y un casquillo del arma de Muñoz entre sus piernas. Justamente, el policía además del tiro en la nuca recibió un proyectil en una pantorrilla.

Javier explicó ayer antes de emprender el viaje, junto a su padre Benjamín Muñoz, hacia Bariloche que no hallaron ADN de Lucas en la Fiat Qubo secuestrada el 16 de agosto. Los investigadores sospechaban que habían usado ese automotor para trasladar a Muñoz.