Crece la demanda de comedores escolares

Las escuelas en zonas con situaciones sociales delicadas se resienten por la falta de mercadería. Advierten una demanda mayor de ayuda social.

Crece la demanda en comedores escolares de Bariloche

Crece la demanda de comedores escolares

Chicos que llegan con más hambre a los colegios. Más pedidos de algunos padres para que sus hijos sean incorporados en los comedores escolares. En el último tiempo, los docentes son testigos de gran cantidad de alumnos que asisten a la escuela sin desayunar y algunos que ni siquiera pueden cenar la noche anterior.

El secretario general de la Unter Bariloche, Edgardo Straini, remarcó la necesidad de un aumento de las raciones para los comedores en los colegios como así también de pan y leche para los refrigerios. Algunos directivos demandan más “alimentos frescos” y hay cocineros que se quejan por la menor cantidad de carne que reciben mes a mes.

La escuela 295, conocida como “techo verde”, tiene jornada extendida para los alumnos de cuarto a séptimo grado que, por lo tanto, comen en la escuela. “Hemos tenido consultas de familias de nenes de primer a tercer grado de jornada simple que piden dejarlos a almorzar porque no tienen las posibilidad de brindarles un plato de comida en sus casas. Para nosotros, es claramente una alarma y si tuviera que compararlo, me remite al 2001”, sentenció Gabriela Paredes, directora de la escuela ubicada en la calle 2 de Agosto al 1.400, que recibe a diario unos 289 chicos.

La crisis social es evidente. Por un lado, la falta de trabajo y la breve temporada de invierno que aleja la posibilidad de realizar alguna que otra changa. Los docentes relatan que no son pocos los casos de familias que no pueden afrontar el valor de los alquileres. En la búsqueda de alquileres más baratos, muchos se ven obligados a mudarse más lejos aun de los colegios, lo que también profundiza la situación social.

El vicepresidente del barrio Malvinas, Luis Vega, explicó que esta semana, recibieron unos diez módulos alimentarios por parte del municipio. “No nos alcanza porque por día, tenemos al menos cuatro pedidos de comida. Hay mucha gente desocupada y no damos abasto para dar respuestas”.

Por la escuela 315 de ese mismo barrio pasan 360 niños que desayunan, almuerzan y meriendan en el establecimiento. “En el último tiempo, empezamos a notar que los chicos llegan con más hambre y tratamos de buscarle la vuelta. Un chico con la panza vacía no aprende. Hay veces que estamos bien con la comida y otras, tenemos lo justo y necesario. Los cocineros hacen malabares para cocinar con lo que tienen”, señaló Leo Basanta, director de la escuela 315.

Los directivos de la escuela 295 explicaron que esta semana debieron pedir “un refuerzo de te y mate cocido porque se terminó” y consideraron que “los alimentos frescos son insuficientes”.

“Los alimentos llegan cada 15 días pero a veces, hay problemas de coordinación porque llega la verdura y a los dos días, llega la carne. Cuando podemos complementar los dos, ya no tenemos verdura. O por ejemplo, nos mandan 8 kilos de tomate para ensalada, para acompañar una comida. Pero se puede dar una sola vez en 15 días”, manifestaron.

Graciana Lacámara, directora de la escuela 311 del barrio San Francisco II, coincidió con el diagnóstico: “Cada vez hay más hambre y llega la misma cantidad de comida. El cocinero debe apelar a su creatividad. Es como cuando en tu casa tenés que estirar para llegar a fin de mes, con la diferencia que acá tenemos un montón de chicos. Las cajas de leche, por ejemplo, tienen que alcanzar para determinada cantidad de tazas. Pero hay que aguarla un poco más porque si no, no llegás a fin de mes. Van armando las comidas con lo que queda disponible”, dijo.


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