De los duendes a las figuras religiosas

Massaccessi hizo más de 1.000 duendes tallados en madera y sus recientes obras representan a la perfección al Papa Juan Pablo II y el Cura Brochero.

Richard es el escultor de los duendes tallados a la perfección. Hizo 1.000 que están ahora repartidos en hogares de todo el mundo, muchos turistas lo llevaban y luego le escribían cartas de agradecimiento y reconocimiento por la obra.

Después llegó un espacio inesperado en el hotel Villa Huinid que, cuando se construyó, dejó en los pasillos espacios con vitrinas para completarlas con esculturas. Así llegaron al gran escultor del barrio Casa de Piedra, que completó una colección de 66 obras inspiradas en los primeros pobladores, en los rostros de la gente de otra época que habitó la ciudad, incluida una anciana mapuche.

También ha esculpido “algún que otro crucifijo”, caballos (su animal predilecto para tallar, incluso uno de ellos fue obsequiado al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su visita a la ciudad el año pasado) y la última gran creación fueron las esculturas de la reconstruida Capilla Inmaculada Concepción, compuestas por el cura Brochero, el papa Juan Pablo II y el Sagrado Corazón con sus brazos abiertos y un rostro “que me remite al Cristo de mi infancia”, señala el artista al recordar su pasión de niño por dibujar caballos y cristos.

“Doy lo máximo para representar la figura que es, porque me dedico al realismo. Si fuera expresionista o abstracto, o trabajara con distorsiones, ahí tendría mayor libertad y no se me exigiría la real proporción de las cosas, pero creo que en la proporción está todo”, sintetizó.


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