El negocio de la faena y sus actuales trabas

Mario Barbagelata es un empresario con años de experiencia en el negocio de la carne. En 2016 decidió apostar a Bariloche y compró el frigorífico y matadero Arroyo SA, que estaba cerrado y en convocatoria de acreedores. En marzo pasado volvió a producir y actualmente faena unos 1.000 animales por mes.

Hoy la planta está abierta también a la faena de terceros y ya son tres los operadores que contratan sus servicios: el Frigorífico Soria, Pilotti y Frig Viro, que tiene dos carnicerías en Bariloche y distribuye también en el Alto Valle.

Barbagelata explicó que la aparición de nuevas matrículas de matarife es clave para fortalecer al sector, y que hace poco esa variante resultaba imposible, ya que toda la carne “legal” que se vendía en Bariloche se faenaba afuera.

Explicó que de los animales que trabajan en esta época “no hay ninguno” producido en el ámbito local, del que se abastecen sólo en primavera y verano. Actualmente provienen del Valle Medio y Valle Inferior de Río Negro y también del corredor que va de Zapala hasta Esquel.

El empresario dijo que el matadero y frigorífico empezó en marzo con 30 empleados y ya tomó a cinco nuevos. Aseguró que tienen capacidad ociosa y que una de las trabas es la faena clandestina, que prolifera por la falta de controles. “Es una competencia desleal y también es un problema sanitario”, explicó.

Otro operador afirmó que hay localidades apartadas de la provincia donde “de lo que se vende en las carnicerías, entre el 60 y el 90% es de origen ilegal”. Agregó que “en Bariloche no llega a tanto, pero igual es grave”.

Todos los consultados señalaron que el fortalecimiento de la planta de faena local es indispensable para crecer. Santiago Nazar, de la Sociedad Rural, afirmó que “entre tantas cosas raras” que pasan con la producción cárnica local estuvo la quiebra de la firma Arroyo. “Es difícil de entender, porque en cualquier lado el que pone un matadero termina millonario”, señaló.

Bajas pariciones

Otra de las limitaciones al desarrollo es la falta de forraje en la zona y el alto costo de los fletes, lo cual quita rentabilidad a los productores.

Datos

38 %
es el índice de vacas que crían un ternero por año en Bariloche. En la Pampa húmeda el porcentaje es del 90%
Otra de las limitaciones al desarrollo es la falta de forraje en la zona y el alto costo de los fletes, lo cual quita rentabilidad a los productores.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios