Escribana acusada por estafa pide la prescripción

El fiscal de Cámara se opuso al planteo. Ahora está en manos de la Cámara del Crimen.

Escribana acusada por estafa pide la prescripción

La escribana imputada por fraude a la administración pública en 48 hechos, tuvo el primer revés a su planteo de prescripción de la causa, con la negativa del fiscal de Cámara Martín Lozada.

La escribana María Alejandra Aguirrezabala, quien durante años ejerció sus funciones con el apellido “Mena”, fue convocada a juicio oral semanas atrás pero no se logró conformar el tribunal para su enjuiciamiento. Posteriormente, el defensor, elevó un pedido de prescripción.

El fiscal Lozada insistió que “es una prioridad llevar adelante este juicio y concretar, en ese marco, la acusación en relación a 48 hechos de defraudación contra el patrimonio de la provincia”.

Agregó que esos hechos “remiten a un inequívoco cuadro de corrupción”.

Lozada sostuvo que a “la escribana podría corresponderle una pena de hasta seis años de prisión y una inhabilitación profesional perpetua”.

Expresó, además, que ella “se valió de su condición de funcionaria pública en tanto agente de retención, para llevar adelante una documentada secuencia de actos defraudatorios. Actos que dan cuenta de un accionar minuciosamente planificado y, más tarde, perpetrado”.

El Ministerio Público Fiscal le atribuye a la escribana haber consumado una estafa millonaria en contra del Estado provincial, que asciende al monto de 1.158.094 pesos.

Los hechos transcurrieron entre diciembre de 2001 y junio de 2006, en su doble carácter de escribana pública y agente de recaudación.

De acuerdo a la tesis fiscal, tras recaudar de los particulares los importes correspondientes a los impuestos y tasas referidas, en vez de depositar el dinero a su debido tiempo en la cuenta abierta a nombre del impuesto de sellos y de la D.G.R en el Banco Patagonia, la imputada retuvo indebidamente y luego sustrajo distintas sumas de dinero a pesar de que los caudales públicos se encontraban bajo su custodia personal.

El modus operandi utilizado, aclaró Lozada, se repitió en cada uno de los casos analizados: una vez recaudados los impuestos y tasas, sustrajo todo o parte de dichos caudales públicos. En la mayoría de los casos depositó una cifra menor en el Banco Patagonia para obtener así un comprobante del formulario 428 con el sello de la entidad bancaria.


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