Hace un mes lo encontraron a Muñoz y no se sabe quién lo mató

¿Quién mató a Lucas Muñoz?, ¿por qué lo asesinaron?, ¿dónde estuvo cautivo? Son preguntas que los investigadores aún no pudieron responder a un mes del hallazgo del cadáver del oficial ayudante de la Policía de Río Negro de 29 años.

La investigación está a cargo del fiscal Martín Govetto, que está abocado desde el principio al caso, pero hasta el momento los resultados no permiten despejar las dudas. Govetto absorbió además la investigación que llevaba adelante el fiscal Guillermo Lista por el entorpecimiento policial en la búsqueda. Sólo en fiscalía la causa suma 10 cuerpos y más de 2.000 fojas. El juez es Bernardo Campana.

Las expectativas están puestas en el resultado de los estudios genéticos que harán en el laboratorio de Gendarmería, en Buenos Aires. Un resultado adverso, pondrá cuesta arriba la investigación, porque la recompensa de un millón de pesos que ofreció el gobierno provincial no aportó ningún dato certero.

Sólo se sabe que mataron a Muñoz de un tiro en la nuca y todo indica que el homicidio no ocurrió en el lugar donde hallaron el cuerpo el 10 de agosto pasado. También tenía un tiro en la pantorrilla derecha.

El caso desconcierta. Los investigadores reconocen que es la primera vez que se enfrentan a un crimen con características mafiosas. Por eso, interviene Gendarmería y la PSA. Sólo algunas diligencias se hacen con policías de Río Negro.

Fuentes judiciales revelaron que todo indica que Muñoz estuvo 25 días vivo. Había desaparecido el 14 de julio pasado cuando iba a trabajar a la Comisaría 42ª. Hasta el momento no se pudo identificar dónde estuvo cautivo ni quién pudo alimentar durante tantos días al oficial mientras su familia lo buscaba y la noticia copaba los medios de la región y hasta del país.

Cuando hallaron el cadáver, los investigadores se sorprendieron porque estaba con su uniforme, tenía su arma reglamentaria cerca de su mano derecha, su documentación y hasta el celular. Pero quedaron conmovidos al constatar que estaba afeitado, sin indicios de haber sido torturado o con pérdida de peso por los días de cautiverio.

La principal hipótesis sigue apuntando a la intervención de una banda dedicada posiblemente a la comercialización de drogas en Bariloche, con intervención de algunos policías.

La fiscalía y la querella creen que sin intervención policial no es posible mantener cautivo a una persona tantos días.

Ayer, el gobernado Alberto Weretilneck dijo en Cipolletti que estaban esperando mayores conclusiones de la justicia. “Exigimos encontrar a los responsables y encontrar quiénes fueron los que llevaron adelante el homicidio”, afirmó. Anoche, Javier Muñoz, hermano de Lucas, sostuvo que la investigación avanza a paso lento. “El tiempo de la justicia no es el que maneja la familia”, admitió.

Los fiscales sospechan que hay una vinculación con una banda relacionada con la supuesta venta de droga y que hubo participación policial.

La investigación no acreditó que Lucas Muñoz forme parte de una banda que vendía droga ni datos sobre el homicidio de Micaela Bravo.