La causa por la muerte de Julieta, detenida en la Corte

El 6 de octubre de 2015, luego de días de síntomas, la jovencita de 17 años fallecía en un hotel sin que la médica a cargo identificara la gravedad de su cuadro.

Era el viaje que había soñado. La mejor manera de cerrar un ciclo con amigas inseparables que hizo en el transcurso de los años del secundario. Julieta estaba ansiosa. Sonreía más que nunca. Por eso, no dudó un segundo y subió el 28 de septiembre de 2015 con sus compañeras de quinto año de la Escuela Media 203 de Adolfo Gonzales Chaves, provincia de Buenos Aires, al colectivo de la empresa Travel Rock, con destino a Bariloche. El plan era pasarlo lo mejor posible. Pero el sueño quedó trunco y Julieta Uriarte nunca regresó.

La tarde del 6 de octubre de 2015 la chica de 17 años estaba asustada. Le costaba respirar y se había descompensado, recordó una de sus amigas cuando declaró en cámara Gesell. Julieta ese día casi no tocó la comida. No tenía fuerzas ni para sostener un vaso con agua. Por eso sus amigas avisaron a la médica que estaba en el Hotel Sol Bariloche, donde se hospedaba el contingente.

Una de las chicas relató que la médica subió a la habitación, le tomó la temperatura a Julieta y aseguró que no tenía fiebre y se retiró supuestamente sin indicarle nada. No era el primer día que Julieta se sentía mal. Sólo había podido disfrutar unas pocas excursiones y salidas con sus amigas por su estado de salud. Pero nadie la llevó a un sanatorio para hacerle un estudio médico.

Esa tarde del 6 de octubre, una de las amigas subió a la habitación a buscar una cámara fotográfica y vio que Julieta estaba morada. La preocupación aumentó. Un coordinador llamó urgente a una médica de un hospital porque en el hotel no había nadie.

Después la chica tuvo un paro cardiorrespiratorio. Mientras esperaban la ambulancia, los médicos intentaron hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar. Pero Julieta murió, entre las 17:30 y las 18, en la habitación del tercer piso del hotel. Sus amigas no lo podían creer.

La muerte de la estudiante trascendió y en pocos minutos estaba en la tapa de los portales de los principales diarios regionales y nacionales. El caso de Julieta puso en el ojo de la tormenta a las empresas que se dedican al negocio del turismo estudiantil.

El entonces agente fiscal Bernardo Campana inició la investigación, que se tramita en el Juzgado de Instrucción 4 a cargo de Ricardo Calcagno, y que aún no ha concluido.

El fiscal imputó a la médica Marisa Figueredo por el delito de homicidio culposo. El 26 de octubre de 2015 la médica se presentó en Tribunales de la calle John O’Connor al 20 de esta ciudad, porque Calcagno la había citado a indagatoria. La audiencia no duró mucho tiempo porque la médica se abstuvo de declarar, informaron en ese momento fuentes judiciales.

Pero quedó notificada de la imputación en su contra. La acusada compareció con su defensor particular y designó un perito de parte para controlar los estudios e informes médicos que se pidieron.

A la médica de 28 años se le atribuyó el hecho que ocurrió la tarde del 6 de octubre de 2015, en el Hotel Sol Bariloche, donde Julieta murió tras sufrir una descompensación y un paro cardiorrespiratorio.

Para el fiscal, la médica actuó de manera imprudente y negligente en la atención de Julieta, que murió cuando estaba de viaje de egresados, junto con 16 compañeras de quinto año de la Escuela Media 203 de Adolfo Gonzales Chaves, provincia de Buenos Aires.

La médica formaba parte del plantel de la empresa Universal Assistance, que estaba contratada por Travel Rock para la cobertura médica de los egresados, según explicaron las fuentes judiciales.

La autopsia reveló que Julieta murió por neumopatía bilateral. Los padres de la chica se constituyeron como querellantes en la causa con el patrocinio del abogado local Rodolfo Rodrigo.

Especialistas de un instituto de Comodoro Rivadavia, Chubut, hicieron los estudios histopatológicos a partir de las muestras enviadas del cuerpo de Julieta y confirmaron que la estudiante murió como consecuencia de una neumopatía bilateral como había indicado el cuerpo médico forense de Bariloche.

“Río Negro” intentó comunicarse con los padres de Julieta, en Adolfo Gonzales Chaves. Pero un familiar que atendió los llamados de este diario explicó que los padres aún están muy afligidos por la pérdida de su hija.

El informe forense
que no llega

La investigación por la muerte de Julieta Uriarte aún no está completa.

Falta un informe del cuerpo médico forense de la Corte Suprema que se solicitó hace un año. Los peritos de la Corte tenían que explicar, por ejemplo, cuál es el protocolo de atención médica frente a un cuadro como el que presentaba Julieta antes de morir.

Con ese informe se podría evaluar si la médica imputada actuó como indica el protocolo. Fuentes judiciales informaron que el informe no llegó y recordaron que hace un año se envió la historia clínica y el informe de los especialistas de Comodoro Rivadavia, que hicieron el estudio histopatológico.

El exfiscal Bernardo Campana planteó varios puntos que le interesaban de la pericia de los forenses de la Corte.

El juez aún no resolvió la situación procesal de la imputada.

Como Campana asumió en noviembre del año pasado como juez de Instrucción, dejó la investigación, que ahora está en la Unidad Fiscal Temática 1.


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