Confirman prisión preventiva por tratar de matar a su ex

Pablo Cáceres continuará detenido luego de disparar a quemarropa contra su expareja. La vícitma, Yanina Muñoz, contó que el primer tiro fue hacia su cabeza.

Confirman prisión preventiva por tratar de matar a su ex

Yanina Muñoz regresó el 27 de junio pasado a su casa tras recibir el alta médica. Estuvo un mes internada en el hospital Ramón Carrillo después de haber sido baleada casi a quemarropa por su expareja y padre de una de sus hijas. La joven aún sufre las consecuencias del ataque, sobre todo, en su pierna izquierda, donde recibió cuatro tiros.

Aseguró que por la gravedad de la lesión ahora no puede controlar su pie izquierdo. Por fortuna, los dos tiros que impactaron en la pierna derecha no dejaron secuelas porque entraron y salieron.

A pesar del dolor, la joven está un poco más tranquila. Ayer, los jueces de la Cámara Criminal Primera, Marcelo Barrutia, Miguel Gaimaro Pozzi y Emilio Riat, rechazaron el recurso de apelación que había presentado el defensor particular de Pablo Cáceres y confirmaron el procesamiento y la prisión preventiva contra el imputado por los delitos de intento de homicidio contra su expareja, agravado por el uso de arma de fuego, en un contexto de violencia de género. También se lo acusa por el delito de portación ilegal de arma de fuego de uso civil y desobediencia judicial. Cáceres permanece detenido en el penal 3 de esta ciudad.

En la audiencia de apelación, que se hizo en el edificio de Tribunales de la calle John O´Connor al 20, el defensor particular Horacio Brucellaria fundamentó el recurso de apelación para tratar de revocar la resolución del juez de Instrucción Marcos Burgos, que dictó a mediados de junio pasado el procesamiento y la prisión preventiva contra Cáceres.

Brucellaria afirmó que Cáceres no fue el autor de los disparos, porque cuando ocurrió el ataque la noche del 26 de mayo pasado, en el acceso al edificio 19 del barrio Elflein, se encontraba cenando con su familia. Advirtió falencias en la resolución de Burgos y solicitó la excarcelación del acusado.

Dijo que los restos de plomo que hallaron en las manos de Cáceres se explica por los elementos que usa en su trabajo de jardinería. El abogado señaló que hay contradicciones en las declaraciones de la víctima y un testigo directo del hecho. Además, enfatizó que no hallaron el arma.

El fiscal de Cámara Martín Lozada pidió desestimar la apelación y confirmar el procesamiento y la prisión preventiva. Dijo que es lógico desprenderse del arma después de disparar en ocho ocasiones contra la víctima. El abogado por la querella Sebastián Arrondo solicitó rechazar la apelación.

Los jueces advirtieron que el imputado ejecutó “los actos necesarios e idóneos que demuestran la intención de quitar la vida”.

Yanina contó ayer que aún tiene un proyectil en la pierna izquierda. Quedó alojado cerca de unos vasos sanguíneos. Por eso, es posible que no lo retiren. Las balas eran calibre 22.

Recordó que cuando Cáceres apareció la noche del ataque, ella estaba con un amigo. Apenas estuvo cerca, Cáceres sacó una escopeta y le comenzó a disparar mientras la acusaba de haber sido la responsable de la muerte de su madre.

El primer tiro fue a la cabeza, pero me alcancé a esconder detrás de una columna. Pensé en salir corriendo, pero si me tiraba en la espalda podría quedar inválida o me podía dar en la cabeza”, recordó Yanina. “¡No me tires Pablo, por favor, tengo dos nenas!”, le rogó. “¡Dios me salvó la vida, y la columna donde me pude proteger!”, afirmó.

Hoy, Yanina se desplaza con un andador en el departamento de su madre, en el barrio Elflein. Tiene una larga rehabilitación por delante.


No era la primera vez que Pablo Cáceres atacaba a tiros a Yanina Muñoz. Hace diez años que se separaron tras una tormentosa relación, pero nunca dejó de hostigarla, asegura Valeria, hermana de la víctima de otro caso de violencia de género en esta ciudad.

Ayer, Yanina estaba muy dolorida, internada en la UCI del hospital Ramón Carrillo de esta ciudad. Los cuatro proyectiles que impactaron en el cuerpo de la mujer de 30 años causaron lesiones graves. Sobre todo, un tiro que destrozó el fémur, explica Valeria. Dijo que su hermana será operada en los próximos días.

Cáceres, en tanto, fue detenido el sábado y quedó detenido en el Penal 3 de esta ciudad.

Valeria recordó que Cáceres atacó a tiros el año pasado a su hermana. Fue la primera vez y, por fortuna, no la hirió. La segunda ocasión sucedió en marzo último y el tercer ataque con arma de fuego ocurrió la noche del viernes. Yanina estaba con un amigo en un pasillo próximo a la entrada del edificio donde vive, en el barrio Elflein de esta ciudad, cuando Cáceres apareció.

Tras atribuirle una supuesta responsabilidad en la muerte de su madre, el sujeto sacó un arma y disparó en ocho ocasiones contra Yanina, que estaba indefensa. La joven cayó malherida y el agresor escapó. Las detonaciones alertaron a vecinos del edificio, que auxiliaron a la víctima mientras esperaban la ambulancia, que trasladó a la herida hasta el hospital, donde continúa internada.

Ayer, la fiscal Silvia Paolini imputó a Cáceres por el delito de intento de homicidio, en un contexto de violencia de género.

Lo acusó de haber atacado el viernes, entre las 22.35 y las 22.45 a Yanina. Según la acusación, Cáceres habría utilizado un rifle corto y efectuó al menos ocho disparos. La víctima sufrió fractura de fémur izquierdo. La fiscal advirtió que el imputado incumplió una orden de prohibición de acercamiento que había dictado una jueza de Familia local.

El imputado, asistido por la defensora oficial Romina Martini, negó haber atacado a su ex. Aseguró que cuando ocurrió el hecho, se encontraba en su domicilio con su familia. Cáceres puso en conocimiento del juez, la fiscal y la defensa diferentes circunstancias que vivió tras separarse de la denunciante.

La defensora pidió la excarcelación para Cáceres. Destacó que tiene arraigo en el mismo barrio desde hace 31 años. De hecho, son vecinos con la víctima. La fiscal se opuso a la excarcelación, porque advirtió que falta recolectar pruebas y existen indicios de que Cáceres en libertad puede entorpecer la investigación.

Burgos señaló, según la información de prensa del Poder Judicial, que el hecho es de suma gravedad. Destacó además que el arma aún no fue secuestrada faltan varias medidas de prueba. Indicó que existen antecedentes de violencia familiar y, por eso, rechazó excarcelar a Cáceres.

“Mi hermana venía haciendo denuncias desde hace ocho años y nunca la Justicia hizo nada”, sostuvo, indignada, Valeria.

Dijo que ayer denunció a la pareja de Cáceres por el delito de amenazas. El sábado se movilizarán desde las 16 para reclamar contra la violencia de género.

8 años de denuncias

sin respuestas

Yanina Muñoz, de 30 años, terminó su relación con pablo Cáceres hace una década.

Desde 1999, viene denunciando ante la Justicia distintas situaciones de agresión y hostigamiento, pese a una orden de prohibición de acercamiento.

La víctima vive en el mismo barrio que su atacante.

Tras el último episodio, el viernes pasado, donde Muñoz resultó gravemente herida, la Justicia imputó a Cáceres por homicidio y lo detuvo.

El sábado habrá una movilización exigiendo justicia.


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