La recuperación de basura está en su mínima expresión

La planta de clasificación de residuos sólidos urbanos inaugurada hace dos años a un costo millonario continúa paralizada y los trabajadores encargados de la recuperación de basura enfardan un volumen que no llega al 5% de lo recolectado. En contra de lo que previeron los planificadores, el grueso de la basura que produce Bariloche (unas 150 toneladas diarias) termina enterrada en las celdas de disposición final, sin recupero alguno.

La presidenta de la Asociación de Recicladores Bariloche, Gladis Pichiñanco, reconoció que de aquel plan original se cumplió poco y nada. Y no parece que vaya a cambiar en lo inmediato.

Dijo que las pérdidas que sufrió la ARB con el incendio de noviembre pasado (que arrasó el galpón, varias máquinas y parte del material acopiado) no fueron resueltas todavía, aunque está en marcha una obra para que puedan tener oficinas, comedor y sala de reuniones.

Dos camiones mensuales

Según Pichiñanco, apenas llegan a completar dos camiones mensuales con cartones, plástico y envases tetra. Antes del cambio tecnológico, cuando debían buscar residuos reciclables “en el manto”, llegaban a los 9 ó 10 camiones por mes.

“Hoy no trabajamos más en el manto de basura” explicó la dirigente, “sólo recuperamos lo que llega en contenedores especiales, con cartón o plástico, que mandan algunos comercios. De dos prensas anda una sola y la cinta elevadora tampoco funciona”..

Dijo Pichiñanco que los recicladores son 58 y el municipio, a modo de compensación por las pérdidas del incendio, les entrega un aporte de 6.000 pesos mensuales a cada uno. Por la venta de residuos para reciclar obtienen como mucho otros 1.500 pesos. Si recuperaran los porcentajes proyectados en el plan tendrían un ingreso básico de 14.000 a 15.000 pesos por trabajador.

El actual gobierno municipal ha dicho que la planta tiene problemas serios de diseño, pero nunca avanzó con los cambios, ni con la separación de residuos en origen, que desde la ARB señalan como “el factor clave”.

Según Pichiñanco, “quieren hacer la separación de cinco residuos distintos y no pueden empezar con húmedos y secos. Porque nadie cumple y el programa no anda. Es como bajar con un plato volador y nadie entiende nada”.

“Nadie entiende nada. Hace falta una campaña ambiental y de separación muy fuerte, continuada, que fije días y que se cumpla”, afirmó la titular de la ARB.