Las familias que luchan para salir de la dinámica asistencial

Despensas Comunitarias, el programa municipal clave de estrategia alimentaria, ya lleva diez años funcionando. Se subsidia el 50% de la compra a familias en situación de vulnerabilidad.

Unas 300 personas integran las cinco despensas comunitarias de la ciudad. Con la crítica situación económica del último tiempo, otras 300 ya integran las listas de espera para sumarse a uno de los mejores programas municipales, que ya lleva diez años.

Actualmente, las despensas funcionan en los Centros de Atención y Articulación Territorial (Caats) 4, 5, 7, 8 y 9 y cuentan con un mínimo de 50 socios. El objetivo del municipio es abrir dos despensas nuevas en el mediano plazo.

Los Caats son los responsables de armar las listas de las despensas que están compuestas principalmente por familias en situación de vulnerabilidad social, sin empleo en blanco o con changas, y adultos mayores con pensiones

“Se busca salir de la dinámica asistencial en la que el municipio entrega módulos alimentarios. Es una estrategia alimentaria desde un espacio colectivo y no como asistencia individual”, explicó Guillermo Cabral, director de Promoción Social del municipio, y aclaró “consiste en una compra comunitaria, luego, esos alimentos se venden entre los socios de cada despensa al 50%. En este programa, no se subsidia el 100%, sino el 50%”.

Cada mes, el Estado municipal hace un aporte económico de 24.000 pesos a cada despensa y sus socios definen, en asambleas, qué productos comprar como así también la cantidad y dónde. Luego, los cuatro socios designados realizan la compra y se definen los días de venta al resto de la gente.

“El objetivo es que todos se involucren en el proyecto, tomen decisiones y participen activamente. Las cuatros personas designadas para concretar la compra, por ejemplo, deben ir rotando cada 6 meses. Pero no todos a la vez para que los que ya cuentan con alguna experiencia se la puedan ir transmitiendo a los nuevos”, indicó Cabral.

Y agregó: “El primer mes, la despensa dispone de los 24.000 pesos que aporta el municipio. Al vender los productos al 50%, el segundo mes vuelve a recibir los 24.000, más los aportes de la gente. En el quinto mes, la brecha ya se va achicando pero suelen tener 45.000 pesos por mes para comprar alimentos o lo que se necesite que se define en asambleas”.

El funcionamiento de cada despensa depende de lo que definan los integrantes. La condición es que al menos, dos días en el mes estén abiertas para que la gente pueda asistir a comprar. Actualmente, hay despensas que abren dos veces por semana.

“La crisis social se profundiza y esto se ve reflejado en la cantidad de gente que quiere incorporarse. Los Caats 8 y 9, por ejemplo, tambien mucha gente interesada en sumarse. ¿A cuánto comprás el kilo de leche? A 70 pesos. Bueno, acá la compran a 35 pesos. Numéricamente es muy atractivo. Por eso, la idea es expandir este programa”, recalcó Cabral.

Compras a mitad de precio al por mayor

Agustín Crespo, trabajador social del Caat 8, calificó las despensas comunitarias como “grupos cerrados de consumo”. “Se venden a sí mismos. El concepto madre es ‘vas a ir al supermercado igual’. Lo que ofrece la despensa es comprar a mitad de precio, al por mayor”, señaló.

Nehuen es el nombre de la despensa del Caat 8 que, por lo general, efectúa las compras en el Mercado Comunitario. “La primera compra es más chica, después va creciendo. No se puede fiar porque, si no, no hay recupero”, indicó Crespo.

“Se intenta salir de la cuestión asistencialista de ‘te doy una bolsa y te vas a tu casa’. De esta forma, llegás a más gente que compra lo que necesita”.

Agustín Crespo, trabajador social del Caat 8.

Cinco despensas
en funcionamiento

Caat 4, en la zona del IPPV.

Caat 5, la zona de los galpones del Dinara, La Cumbre, Abedules.

Caat 7, barrios Eva Perón, Arrayanes, Vivero.

Caat 8: barrios Nahuel Hue y Malvinas.

Caat 9: barrios Frutillar, 2 de Abril y Unión.

Programa netamente barilochense. “No tenemos información de que este programa se haya implementado en otras ciudades”, indicó Guillermo Cabral.

Datos

“Se intenta salir de la cuestión asistencialista de ‘te doy una bolsa y te vas a tu casa’. De esta forma, llegás a más gente que compra lo que necesita”.
Programa netamente barilochense. “No tenemos información de que este programa se haya implementado en otras ciudades”, indicó Guillermo Cabral.

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