Los cinco músicos que cautivaron a los barilochenses

Esta banda itinerante llegó a la cordillera en un recorrido que los llevará hasta Colombia. Al igual que ellos, su repertorio proviene de todos los rincones del mundo.

Suena Libertango en una esquina de la calle Mitre. El modo en que los cinco músicos interpretan la canción de Ástor Piazzolla termina por cautivar a los turistas que, sin dudarlo, demoran el paseo para deleitarse con un poco de música.

“Venimos de Valparaíso, desde distintas partes del mundo, a compartir nuestra música con ustedes”, dice uno de los músicos, ante la mirada de un público atento como pocas veces sucede.

Se multiplican las fotos del quinteto y los aplausos al término de cada canción. Sólo algunos se resisten a dejar algún billete en el estuche de los instrumentos.

El repertorio incluye unas cinco, seis y a veces hasta siete canciones que, como sus intérpretes, atraviesan continentes. Al tango de Piazzolla, le sigue una canción rusa, a veces, valses de los más recónditos rincones del mundo, música balcánica, brasileña y hasta una variación de música gitana.

Conexión

Con un estilo diverso, estos jóvenes músicos encajan como si fueran las piezas de un rompecabezas. “Tenemos muy buena conexión”, resumen.

Tomás Rapallini, de Buenos Aires, lidera la banda: “Los cinco vivimos en Valparaíso, una ciudad bohemia como pocas que brinda la posibilidad de encontrar un aquelarre de músicos. Queremos ampliar nuestro horizonte cultural y musical. Pero este viaje es una exploración interna también”.

Se conocieron tres meses atrás en esta ciudad chilena pero comenzaron a tocar juntos recién en diciembre. La idea nació en Tomás. A medida que fue conociendo las habilidades musicales de sus actuales compañeros, que tocaban en bandas itinerantes, fue convocándolos hasta conformar la banda Allegro ma non Troppo (Alegre pero no demasiado), basado en el libro de Carlo Cipolla.

Tan dispares y sin repeticiones son sus orígenes como los instrumentos que ejecutan. Reebs es brasileño y deleita con su acordeón; Franziska, de Suiza, brinda un toque especial con el violín; Christophe, de Francia, es trompetista y Diego, de Chile, aporta con su clarinete. La combinación es casi perfecta.

“¿Cómo nos comunicamos?”. Explicaron: “Algo en español pero principalmente, a través de la música que no tiene fronteras”.

Repertorio

Aclararon que “el repertorio está conformado por música que cada uno de nosotros conocemos de nuestra infancia o con nuestra impronta. Son canciones no tan comunes que salen del confort musical. Pero a la vez, son instrumentos que no se acostumbran a ver tanto en las calles”.

El itinerario de la gira no está del todo definido. El Bolsón, Esquel, Futaleufú, Chiloé, Pucón son los destinos más próximos. La idea del grupo es “ir subiendo hasta Bolivia y finalizar en Colombia”.

Los jóvenes músicos permanecen sólo dos o tres días en cada destino, donde intercambian su música por hospedaje. A veces se alojan en casa de conocidos. En San Martín de los Andes, por ejemplo, fueron recibidos en una iglesia.

“Es una especie de efecto musical corto. Dejamos una semilla plantada y partimos. Quizás nuestro paso sea efímero pero significativo. No reunimos tanto dinero pero lo suficiente para comer y movilizarnos”, plantearon.

Comenzaron a tocar juntos en diciembre, en Valparaíso, y desde entonces van de gira por las calles.

Un quinteto de

variados orígenes

Tomás es de Buenos Aires. Toca la guitarra y es la voz de la agrupación.

Reebs es brasileño y deleita con su acordeón.

Franziska, de Suiza, brinda un toque especial con el violín.

Christophe, de Francia, es trompetista.

Diego, de Chile, aporta con su clarinete.

“Unimos nuestros destinos. No nos interesa la fama sino transitar este momento con la gente que se nos va cruzando en el camino”.

“La diferencia cultural entre nosotros nos hace sobresalir, nos hace más notorios”,

cuenta Tomás Rapallini, líder de Allegro ma non Troppo.

Datos

Comenzaron a tocar juntos en diciembre, en Valparaíso, y desde entonces van de gira por las calles.
“Unimos nuestros destinos. No nos interesa la fama sino transitar este momento con la gente que se nos va cruzando en el camino”.
“La diferencia cultural entre nosotros nos hace sobresalir, nos hace más notorios”,

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