Mayte Puca debutó en el Mundial de Natación

La barilochense concretó los 5 kilómetros del recorrido en la prueba aguas abiertas y obtuvo el puesto 40 entre 60 nadadores.

Mayte Puca debutó en el Mundial de Natación

Con sólo 19 años, la barilochense Mayte Puca se midió ante los mejores nadadores del mundo esta madrugada en el Campeonato Mundial de Natación que se lleva a cabo en Budapest, en Hungría.

La joven obtuvo el puesto 40 entre 60 competidores en la prueba de 5 kilómetros en aguas abiertas, con un tiempo de 1 hora, 3 minutos 41 segundos, apenas 4 minutos más que la estadounidense Ashely Twichell que se llevó la medalla de oro.

El segundo puesto fue para la francesa Aurelie Muller, con el puesto 59.10 y el tercer lugar para Ana Marcela Cunha, de Brasil, que cuatro años atrás conseguía la medalla de plata en el recorrido de 10 kilómetros en el Mundial de Barcelona.

Tres nadadoras directamente abandonaron la prueba.

Según informó Fina World Championship, “al comienzo de la carrera, la temperatura era de 28 grados, mucho más cálido que los días anteriores”.


De muy chiquita comprobó que el agua era su medio. Empezó a nadar por indicación médica, debido a una luxación de cadera, y su primera carrera fue a los ocho años. Después de arrasar en las competencias de pileta en menores y cadetes, decidió saltar a la natación de aguas abiertas.

Hoy Mayte Puca es campeona nacional en su categoría (18 años) y espera confirmación para viajar al mundial de Budapest, que se realiza en julio próximo.

“Me gusta lo que hago, si no no podría. Me encanta entrenar y lo sigo viendo como un hobby”, asegura Mayte. Lo que ella llama “entrenar” son intensas y solitarias sesiones diarias en la pileta del club Los Pehuenes, de 6.000 a 8.000 metros, que complementa con visitas periódicas al gimnasio. Cuando el tiempo lo permite, también nada en el lago.

La joven nadadora reconoce que “hay que ser fuerte de la cabeza” para nadar distancias largas, aunque la rutina de preparación varía según la aptitud de cada uno. En su caso realiza una sesión diaria de lunes a sábado. Otros deben entrenar en doble turno para conseguir el mismo nivel. Lo suyo es una facilidad natural.

Su mamá, Marta, la acompaña en todo y se ocupa especialmente de la búsqueda de apoyos para concretar cada viaje, una tarea más dura e ingrata que las propias competencias.

Hasta el 2015 Mayte se destacó en distintas pruebas regionales y nacionales de pileta, con títulos nacionales en menores y cadetes para distancias como 400 libre, 400 y 800 combinado, 100 y 200 mariposa, 400 y 800 libres, entre otros. Recuerda como sus tiempos más destacados los 4m22s que logró a los 15 años en 400 libre y el 1m03s en 100 mariposa.

También compitió en varios sudamericanos, incluido el de Natal (Brasil), en el 2013, donde fue tercera en 400 libres y en 200 combinados. El reconocimiento le llegó de chiquita y en el 2014 fue elegida la mejor deportista del año en Bariloche.

Aunque recién tiene 18, el repaso de su carrera le lleva largos minutos. “Hace dos años decidí cambiar –cuenta–. Como no clasifiqué al Sudamericano de pileta me mandé al Argentino de aguas abiertas, aunque mi entrenador no estaba de acuerdo”.

Por esos días le tocó atravesar una crisis por estrés, cambió de club –de Piletas del Nahuel pasó a Los Pehuenes– y se dedicó de lleno a entrenar para su nueva especialidad, en la distancia olímpica de 10.000 metros.

La natación de aguas abiertas es distinta a la de piscinas porque “no importa la marca sino el puesto”, explica Mayte. La dictadura del cronómetro ya no es tal, pero el sacrificio es igual o mayor.

A la hora de los podios todo se olvida, pero en la diaria las adversidades se acumulan una tras otra. “Acá en Bariloche es bastante más difícil que en otros lados porque no tenemos pileta de 50 metros y son pocos los días que se puede nadar en el lago, debido al clima. Además el traje de neoprene que tengo ya está bastante roto y es muy caro comprar otro”, enumera la joven.

Otra peripecia que le tocó atravesar fue el viaje de 32 horas en micro hasta Santa Fe, para competir (y ganar) en el nacional. Le habían prometido un pasaje aéreo que nunca llegó. Las ayudas oficiales de la provincia y el municipio casi no existen.

Quizá todo eso contribuya a templar su ánimo y le permita rendir mejor. Aunque sus rivales experimentadas tienen muchas más carreras encima, Mayte ya pudo comprobar (por ejemplo en la reciente Viedma/Patagones) que “todo es muy estratégico, hay corrientes y el que gana no es el que va más rápido sino el que sabe dominar el río”.

Pero sus sueños no se agotan en la natación. Siempre tuvo pasión por bailar y desde hace un tiempo integra un grupo de ritmos urbanos, bachata y salsa. Poca gente lo sabe porque baila muy maquillada y no la reconocen, cuenta con picardía.

Otro proyecto importante para Mayte es estudiar Criminalística y, como en el país no encuentra el nivel pretendido, tiene previsto cursar la carrera en México. Claro que en ningún caso dejará la natación, porque su problema de cadera se lo impide. Y ella no resiste demasiado.


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