Molina: “El dinero fue depositado y las viviendas no están”

Molina: “El dinero fue depositado y las viviendas no están”

El secretario general de la CTA Río Negro, Jorge Molina, denunció la paralización de la obra para construir 120 viviendas para docentes en cercanías de la avenida Esandi y Circunvalación. El dirigente gremial exigió la inmediata reactivación de la obra argumentando que “la totalidad de los materiales para la construcción están en el predio, existe una cuenta corriente con los fondos y la licitación fue adjudicada a la empresa Oriente”.

“Durante la gestión de María Eugenia Martini, se abrió una cuenta corriente a nombre del municipio, en la que el gobierno nacional depositó dinero para la obra. Hasta ahora, solo se hicieron dos plateas”, indicó Molina.

En agosto del 2.014, el gremio de los docentes obtuvo un cupo de viviendas del plan “Un techo digno” para 120 afiliados que accederían a su casa en las 5 hectáreas de la zona este que el sindicato compró al municipio a valor social.

Molina agregó: “Hoy, ese dinero se está desvalorizando y los costos de la construcción van subiendo. Planteamos una presunta mala utilización de los fondos porque el dinero está, los materiales están, la licitación esta y las casas no se hacen. A esta altura del año, ya deberían estar entregándolas”.

Oriente es la empresa responsable de la obra. El dirigente gremial aseguró que al consultar al intendente Gustavo Gennuso sobre el avance de la obra, argumentó: “cuestiones burocráticas, administrativas”. “Entendemos que pueda haberlas cuando se cambia de un gobierno a otro pero ya pasó un año”, señaló.

En agosto del 2016, Gennuso informó que el Instituto de Planificación y Promoción de la Vivienda (Ippv) sería el nexo en relación a las viviendas habían quedado paralizados.

También denunció que las viviendas correspondientes al Soyem y a otras cooperativas, ubicadas a escasos metros del predio de la Unter, ya están casi terminadas. Si bien hay un avance del 90% de la obra, aun aguardan la certificación para poder terminarlas.

“Es una pena porque hay un derecho legítimo de trabajadores y porque esas casas están a menos de 10 por ciento de su finalización”, aseguró Molina.