Puerto San Carlos: un plan contra décadas de atraso

El gobierno de Gustavo Gennuso busca redefinir la función del complejo, ya alejado de la prestación portuaria. En conjunto con el Colegio de Arquitectos se elaborará un proyecto rector.

Es casi imposible recorrer el centro de Bariloche sin dejarse atraer por el lago Nahuel Huapi. Y es igual de difícil que cualquier registro visual o fotográfico por las postales más emblemáticas no tropiece con el puerto San Carlos, que todavía hoy resalta como un fallido urbanístico y un gigante desaprovechado.

Durante décadas el puerto fue un muestrario del abandono, con un edificio central derruido, un entorno lleno de malezas, un espigón seriamente averiado y la ausencia total de movimiento náutico, que era (por lógica) su objetivo principal.

La única actividad comercial está dada todavía hoy por el restaurante, la pista de hielo y la sala de conciertos de rock que administran tres arrendatarios.

El municipio empezó a torcer el rumbo en 2015. En julio de ese año logró recuperar las instalaciones luego de rescindir el contrato de la empresa que tenía la concesión desde fines de los 80 -Emprendimientos Bariloche SA- y de lograr el desalojo por vía judicial.

De barcos, nada

La falta de embarcaciones que usaran San Carlos como puerto de cabecera fue el gran fracaso del proyecto original.

El movimiento náutico sigue ausente, pero el gobierno actual desborda de proyectos para convertir al puerto y a toda la costanera en un atractivo consecuente con una ciudad turística que “mire hacia el lago”.

La aspiración de que salgan desde allí excursiones comerciales a destinos típicos como Isla Victoria y Puerto Blest estaría descartada. Pero sí podría funcionar como base de yates, veleros y lanchas deportivas.

En principio la idea es encarar las obras pendientes sin dinero público, ya que a juicio de los planificadores el área tiene potencial de sobra para crear varias “unidades de negocio” que convoquen a la inversión privada.

El complejo ubicado frente al Centro Cívico exhibe hoy una lenta reconversión, que incluyó el enrocado del espigón, la reparación de las losas, la colocación de otras nuevas en el perímetro, la iluminación, veredas, nuevas bajadas y la adecuación general de los espacios para que los peatones puedan recorrerlos con mayor seguridad.

También el edificio central tiene nuevas calderas, sistema de incendios, pintura, revestimientos y otras obras menores.

El secretario de Gestión Urbana del municipio, Marcelo Ruival, recordó que esas obras las realizan los permisionarios privados a cambio del alquiler que deberían pagar al municipio. Dijo que llevan invertidos un total de 9 millones de pesos.

Según publicó este diario a mediados de 2015, cuando fueron extendidos los tres contratos, los arrendamientos equivalían a 12.650 dólares por mes.

Es decir que, en los hechos, la inversión la realizó el municipio por vía indirecta.

Ruival dijo que en el futuro inmediato una de las contratistas
–Power Link SRL, la dueña de Puerto Rock– realizará una adecuación integral de los playones ubicados al oeste del complejo portuario y comenzará a cobrar el estacionamiento.

“Será al mismo precio que el estacionamiento medido de la zona céntrica y la recaudación será para la empresa, a cambio de la inversión que realice”, explicó el funcionario. Aclaró que ese negocio es ajeno al canje de obras por alquileres.

Hace algunos meses el municipio recibió dos iniciativas privadas de empresas de Buenos Aires para explotar el complejo portuario. Pero ambas fueron desechadas porque sólo apuntaban a desarrollar negocios particulares como un shopping y hotelería en el edificio principal.

Ahora los técnicos municipales preparan los “términos de referencia” para un plan integral de remodelación del puerto y de toda la costa del Nahuel Huapi desde el centro hasta la desembocadura del arroyo Ñireco.

La idea es convocar junto al Colegio de Arquitectos un concurso de proyectos, que servirán de base para las futuras licitaciones.

Ruival explicó que los interesados podrán acceder a los espacios concesionados o también podrán competir por la ejecución de las obras. El cronograma prevé lanzar el concurso de proyectos en junio y licitar antes de fin de año. Según lo expresado, el modelo es facilitar el despliegue de emprendimientos privados, con contratos de mediano plazo e inversiones que luego le queden al municipio.

Un guiño a empresas locales

Ruival dijo que los señalados “términos de referencia” tienen que abordar los aspectos arquitectónicos y también los del “negocio” que el municipio estaría dispuesto a propiciar. Dijo que habrá un interés especial en privilegiar la circulación pública y las opciones de esparcimiento.

Según Ruival, la intención es crear “varias unidades de negocio que cierren en sí mismas” y funcionen en simultáneo, lo cual daría más chances de participación a las empresas locales. Dijo por ejemplo que una de esas unidades sería el “soporte a puerto”, es decir los servicios a embarcaciones deportivas, en las dársenas y espacios que hoy presentan un aspecto ruinoso.

El funcionario afirmó que el edificio central del puerto –hoy oscuro y disfuncional– será ampliado con dos nuevas losas internas y estructuras livianas que permitirán albergar servicios y oficinas municipales como el punto Pyme, el laboratorio FabLab, Defensa del Consumidor y un centro de la tarjeta SUBE.

El puerto tendría así un perfil definidamente distinto al imaginado hace casi 30 años, cuando se elaboraron los planos iniciales y el municipio firmó el contrato con la empresa Emprendimientos Bariloche, que nunca cumplió con lo prometido.

Una vidriera

El intendente Gustavo Gennuso se juega mucho en su plan para sacar al puerto de su histórica postración. En principio, porque se trata (para bien y para mal) de una vidriera de alta exposición. Y también porque se autoimpuso no demandar fondos de provincia y Nación, de modo que sólo dependerá de su capacidad de gestionar el proyecto y atraer inversores con propuestas viables.

La estructura

en números

Las empresas que alquilan las instalaciones del puerto deben, por contrato, invertir en el mejoramiento del edificio y su entorno.

Hay un proyecto del operador de la sala de recitales de rock para instalar un estacionamiento pago en la zona donde hasta ahora es gratuito.

Datos

3 locales
tiene el edificio principal: un bar, una pista de hielo y un espacio para recitales.
9 millones
invirtieron hasta ahora los inquilinos en trabajos de mejoramiento de la estructura y su entorno.
u$s 12.650
se estima que pagan por mes los inquilinos por las instalaciones del puerto. Parte se canjea por obras.
Las empresas que alquilan las instalaciones del puerto deben, por contrato, invertir en el mejoramiento del edificio y su entorno.
Hay un proyecto del operador de la sala de recitales de rock para instalar un estacionamiento pago en la zona donde hasta ahora es gratuito.

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