Un campeón de exportación que se luce en los caminos de Chile

Jonathan Bastidas acaba de quitar el pie del acelerador. “¡Buenazo!”, exclama su navegante, Arturo del Solar, para hacerle saber que logró otra carrera exitosa. Los festejos se repitieron varias veces durante el campeonato que organiza la Asociación de Volantes del Sur en Chile. Al final de su primera temporada juntos, lograron el campeonato y ya comienzan a imaginar nuevos horizontes.

Es la primera vez que estos primos se embarcan en la emoción que promete un rally. Apasionados de los autos, no dudaron en ponerse a prueba el año pasado y durante el 2017 salieron a conquistar los caminos de la región de Los Lagos.

Jonathan es mecánico de “línea pesada”, se encarga de camiones y maquinarias viales, pero vivió gran parte de su vida a bordo de un karting de carreras. “En el 2012 dejé de correr porque se puso muy caro”, relata sobre las dificultades del deporte motor en los pilotos regionales.

El año pasado tuvo la oportunidad de subir a un auto de rally en Chile. Corrió solo un par de fechas en un autódromo y encendió ese frenesí que lo llevó a conocer los kartódromos de la Patagonia. El debut fue a bordo de un Renault Clio en una categoría de debutantes. “Fue la compra de la familia”, comenta sobre los lazos que se prolongan hasta el otro lado de la cordillera. Los resultados fueron buenos, decidieron seguir adelante e invertir en un Hyundai Accent que les permitiera estar a la altura de los demás equipos de la categoría N2.

El barilochense reconoce que tuvieron que aprender a medida que avanzaron por los caminos de campos. Algunas veces la inexperiencia les jugó en contra y terminaron fuera de pista, pero los ajustes necesarios entre piloto y navegante terminaron por hacer que las visitas a los podios fueran habituales.

“Los caminos de allá son muy firmes y te permiten ir muy rápido”, explica buscando diferencias con la geografía regional. Por caso, en Frutillar lograron tramos en los que viajaron a 190 kilómetros por hora.

En boxes

Además de los bajos costos para mantener un auto en Chile, estimados en unos 12.000 pesos por carrera, y el mantenimiento en el taller familiar, las distancias jugaron a favor. El tramo más largo está entre Bariloche y Purranque, sede del J&A Rally Team, con unos 270 kilómetros.

“La distancia más larga que recorrimos fue de 120 kilómetros”, acusa respecto a las epopeyas que deben asumir los pilotos locales para ir desde la cordillera al valle rionegrino.

“Todo lo que logramos fue a pulmón”, dice. Los amigos y la familia forman otro bastión para Jonathan. Siempre presentes, han logrado formar grupos de 25 acompañantes por fecha.

La última carrera del calendario se completará en Puerto Montt entre el 8 y 10 de diciembre. “Ya hay gente preguntando si vendemos el auto”, explica un poco asombrado. Todos quieren la máquina del campeón y los pronósticos no pueden ser más favorables: ofertas para ir a otra categoría, marcas que ofrecen esponsoreos y autos más potentes.

Distancias más cortas

“Competir con lo poco que uno puede tener te motiva a seguir. Cada 15 días me voy a Chile para trabajar en el auto los fines de semana”.

Jonathan Bastidas