Un incendio dejó sin nada a dos familias

El fuego consumió una casa de madera y una vivienda contigua, en Bariloche. “Hay que empezar de nuevo”, se lamentaron.

Una columna de humo negro aceleró las pulsaciones de Alicia Salazar, que observó la densa humareda desde el cruce de las calles 25 de Mayo y Rolando, cuando regresaba a su domicilio con su hija, Paula, y una nieta. Alicia tuvo un mal presentimiento. Su hija aceleró urgida. Cuando llegaron a la calle Felipe Laguna al 100, se encontraron con la calle cortada y varias dotaciones de bomberos que combatían un incendio.

Paula descendió del auto y salió, desesperada, corriendo hacia el terreno. Alicia constató que la casa de su hija se quemaba y no podía hacer nada para detener el fuego.

El incendio había comenzado alrededor del mediodía y el fuego avanzó en pocos minutos impulsado por el intenso viento. Las llamas destruyeron la casa de madera de la hija de Alicia y, después, se expandieron a la vivienda contigua de un vecino, que también perdió todas sus pertenencias.Paula estaba desconsolada. No podía parar de llorar y ni los abrazos de amigos y familiares, que intentaban contenerla, calmaban su angustia.

Sentada sobre el suelo de la polvorienta calle La Paz, Paula observaba con brutal impotencia cómo perdía todo. A pocos metros, Alicia respondía llamados que no paraban de entrar en su celular. “Se le quemó la causa a la Paula. Estamos todos bien”, repetía cada cinco minutos, mientras varios vecinos le daban su apoyo.

“Nos vamos a levantar. Es una nueva oportunidad para empezar”, afirmaba Alicia.

Los bomberos lanzaban agua y alrededor de las 13 habían logrado contener el avance del fuego. Pero el daño sobre las viviendas había sido demasiado.

“Mis dos nietas no estaban en la casa porque estaban en la escuela”, contó Alicia a “Río Negro”.

Recordó que la vivienda que se quemó la habían construido hace más de tres décadas con su esposo. Era la casa donde vivió la familia hasta que pudieron construir una casa de material, frente al acceso de la calle La Paz. La casa de madera quedó para su hija y sus tres nietas. Por la tarde, cuando las dotaciones se habían retirado Alicia, confirmó que su hija y sus tres nietas se quedaron sin nada. El fuego devoró hasta los recuerdos.

Por fortuna, hallaron entre los escombros dos medallas que su nieta de 10 años, Milagros, había ganado cuando se consagró campeona nacional de judo. “Se quedó sin equipo de entrenamiento”, lamentó la abuela.

Minutos fatales

Datos

1 hora
o menos demoraron las llamas en destruir las dos viviendas, peseal esfuerzo de varias dotaciones de bomberos.

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