Un ladrillo para el centro de salud de Frutillar

Un ladrillo para el centro de salud de Frutillar

Los trabajadores del centro de salud del barrio Frutillar se pusieron una meta para este año: concluir la ampliación de ese edificio que funciona próximo a la junta vecinal de ese barrio para mejorar los consultorios (y construir uno más), los baños, la recepción y construir un salón para dictar los talleres de costura, alimentación, educación sexual, entre otros.

Se trata de uno de los centros de salud con mayor demanda de la ciudad ya que anualmente, recibe 7.000 consultas. Por eso, en el último período, se designaron profesionales (nutricionista, psicóloga y especialista en adolescentes, entre otros) y también, comenzaron a dictarse todo tipo de talleres. Pero la falta de lugar fue quedando cada vez más expuesta. Actualmente, el centro cuenta sólo con cuatro consultorios.

El centro del barrio Frutillar estaba a la espera de los fondos del Programa Mejoramiento de Barrios (Promeba). Sin embargo, la paralización de este programa llevó a que los trabajadores del centro tomaran la iniciativa para culminar la obra.

La ampliación del centro fue posible, en parte, gracias al programa nacional Sumar que, según explicó De Rosas, permite facturar algunas prestaciones orientadas a la atención primaria y esos fondos que llegan a la cuenta del hospital están destinados al mejoramiento edilicio y a la capacitación. “El programa impide destinar esos fondos al pago de salarios o insumos”, aclaró.

Las donaciones espontáneas de la gente que colaboró “de manera silenciosa” también permitió avanzar la obra. Sin embargo, la ampliación quedó sin terminar. “Nos falta la mitad de lo que iniciamos y nos queda un módulo”, señaló el médico Felipe De Rosas.

La campaña “Un ladrillo para el centro del Frutillar” consiste en que la gente pueda aportar materiales para concluir la ampliación. “No podemos recibir dinero pero la gente puede donar lo que pueda a través de una cuenta que tenemos en un comercio de la ciudad destinada al centro. Desde un ladrillo que vale 6 pesos. Eso queda a cuenta. Los que quieran colaborar pueden acercarse al centro para que les expliquemos cómo es la modalidad”, aseguró De Rosas.