Despintaron los pañuelos sobre la base del monumento de Roca

Una cuadrilla de empleados municipales borró los pañuelos en el pie del monumento. Explicaron que la orden provino de la Jefatura de Gabinete.

Despintaron los pañuelos sobre la base del monumento de Roca

Con una hidrolavadora, una cuadrilla de empleados municipales quitó los pañuelos, los nombres y las frases que fueron pintados ayer por la mañana sobre la base del monumento de Julio Argentino Roca en la plaza del Centro Cívico.

Las tareas por parte de los cuatro empleados municipales comenzaron este sábado al mediodía ante la mirada atónita de los turistas que paseaban por la plaza. Algunos se animaban a preguntar qué estaba pasando.

Uno de los trabajadores municipales confirmó que la orden provino de la Jefatura de Gabinete ya que, según advirtió, “están prohibidas las pintadas al pie del monumento; no así en el resto de la plaza”.

Otro empleado estuvo a cargo de quitar la frase “Nunca más. Memoria, verdad y justicia” en el escalón de la plaza que baja a la calle más próxima al lago. Otro debió borrar una frase referida al presidente.

La repintada de los pañuelos que representan a las Madres de Plaza de Mayo congregó a cientos de personas para conmemorar los 41 años de la última dictadura militar ayer por la mañana. Este año no sólo participaron integrantes de organizaciones sociales y sindicales sino también gran cantidad de familias que se acercaron a la plaza con la consigna de no olvidar.

La primera pintada de pañuelos en Bariloche se realizó en el 2000 y la iniciativa provino de la entonces secretaria general de la CTA Río Negro, Graciela Bedini. Año tras año, se fueron sumando colectivos sociales, gremiales, educativos y de derechos humanos, entre otros.

Desde entonces, la actividad recibe críticas por parte de un sector de la población argumentando “preservar el Centro Cívico como monumento histórico”. Ayer, la gente que participó de la pintada remarcó “la necesidad de hacer memoria en un espacio público”.


Una plaza llena para recordar

Con 76 años, Alejandro Butti fue uno de los primeros en llegar a la plaza del Centro Cívico para repintar uno de los tantos pañuelos. Con mucha dificultad para arrodillarse, mojaba los pinceles para ponerse en marcha. Cada tanto, su cansancio lo hacía descansar solo unos minutos pero el hombre no paró hasta pintar los cuatro pañuelos y los nombres de sus compañeros de la cátedra Histología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires que fueron asesinados durante la última dictadura militar.

“Llego todos los años cuando sale el sol. Tuve dos ACV y pierdo el equilibrio. Cada vez me cuesta más pero aunque sea arrastrándome voy a seguir viniendo”, expresó Butti emocionado.

Esta mañana, la plaza del Centro Cívico se llenó de gente. Miembros de organizaciones sociales y sindicatos pero también muchísimos anónimos (adultos, jóvenes y niños) que con pincel en mano, también quisieron decir presente y pintar los pañuelos.

Adultos, jóvenes y niños participaron de la actividad.
Marcelo Martínez

Ella es mi hermana. ¿Te molesta si sigo pintando yo?”, le preguntó Julia Villagra a una mujer que pintaba el pañuelo y el nombre de “Kitty” Villagra, asesinada cuando tenía 19 años en la plaza de Martínez.

“MI hermana militaba en la UES. Un año antes de que la mataran, nos vinimos a vivir a Bariloche con mi marido porque yo estudiaba Psicología, daba catequesis con los curas tercermundistas y sentimos que corríamos peligro. Solo después del juicio a los asesinos de mi hermana cuatro años atrás, pude venir al Centro Cívico a la pintada de pañuelos. Es sanador venir y me siento cerca de ella”, esbozó Julia, entre lágrimas y risas.

Mariana Bettanin, de la Red por la Identidad, se acercó a la plaza junto a su esposo y dos de sus hijas. “Es hacer memoria en un espacio público. Poner el acento en quienes no están pero recordando cuando estaban vivos. No detenernos en los hechos violentos”, dijo.

Daniela Liska, conmovida por la gran cantidad de gente en la plaza, señaló: “Esto es ponerle el cuerpo a la lucha de las madres y las abuelas. Continuar su lucha. Nos dieron este espacio y somos nosotros quienes tenemos que seguir adelante”.

Además de la pintada de pañuelos, entregaron anteojos de madera que la gente pintó para usar en la marcha de la tarde.
Marcelo Martínez

Mientras tanto, en un rincón del Centro Cívico entregaban anteojos de madera y pintura para decorarlos para usarlos en la marcha de esta tarde desde Onelli y Brown para recordar los 40 años del asesinato del escritor y periodista Rodolfo Walsh. En otro rincón, actores de Teatro por la Identidad realizaban una intervención sobre la situación social de Bariloche.

Esta plaza llena hoy representa la memoria viva. Es alentadora esta manifestación y esta expresión colectiva. Ver todas las familias pintando, charlando y viendo qué pasa en cada esquina del la plaza”, planteó Paola Galozzi.

Elda Ester Becera admitió que no suele concurrir de la pintada de pañuelos. “Esta vez quise venir porque con todo lo que está pasando, esto nos puede volver a ocurrir y es necesario recordar. Por eso, me acerqué con mi hija y mis nietos. Para no olvidar”, señaló Elda Ester Becerra.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios