“Adiós Gamo Patagónico”

El club Unión Alem Progresista, conmovido, desea rendir un póstumo homenaje a Pedro Segundo Ossés, socio honorario y destacado deportista que supo representar con hidalguía a nuestra institución en todas las competencias ciclísticas desarrolladas en las rutas de nuestra región en las que participó. Su ausencia, sin lugar a dudas, nos produce tristeza. Sus familiares y amigos hoy estamos de duelo, y accedemos a despedir con mucha emoción al mejor ciclista de todos los tiempos, que dejó el nombre de Allen y de Río Negro en la más alta de las consideraciones, mereciendo su magistral gesta deportiva el reconocimiento unánime de la afición y el periodismo especializado, tanto regional como nacional, a partir de su incursión en esta disciplina deportiva en 1948.

Siendo el ciclismo un deporte sacrificado y noble que se alimenta de la nostalgia y la leyenda, hoy sólo nos queda el consuelo de recordarlo como protagonista de aquellas carreras inolvidables, sobre caminos de tierra, reviviendo la excitación precedente a la largada, los nervios, el bullicio de la gente, los preparativos y luego, como una estampida, los ciclistas lanzados en velocidad acompañados por el ulular de las sirenas, sonido de bocina de los vehículos de auxilio y, en su percepción más íntima, un extraño zumbido producido por todas aquellas ruedas de bicicletas en movimiento que sólo alteraba el estampido de un pinchazo, que como una inocente complicidad señalaba el momento oportuno para pararse sobre los pedales en procura de sacar más distancia de la infortunada víctima.

Pronto quedó claro que el éxito logrado se debió a su gran talento, a su disciplina en el trabajo de entrenamiento y a la constancia y empeño puesto en él, marcando una notable diferencia con el resto de los competidores. Se convirtió en leyenda a partir del principio de la década del 50, cuando solo a los 21 años ganó el Gran Premio Ciclista Regional del Alto Valle de Río Negro y Neuquén en siete oportunidades (1952, 53, 55,56,59 y 61), compitiendo contra primeras figuras como Humberto Varisco, Dante Benvenutti, Mario de Beneditti, Saúl Crispín, Rubén Placánica y otros, quienes contemplaban asombrados cómo un ignoto ciclista local era inalcanzable manejándose en soledad contra equipos con prestigiosos profesionales de nivel internacional. También ganó la Vuelta de Villarino (1956 y 57), tuvo un éxito similar en la Vuelta de Sierra de la Ventana (56 y 57) y fue ganador de la Doble Monte Hermoso (55), entre otras. En 1957 fue invitado a representar a la Federación Ciclista Argentina, integrando el equipo de 100 kilómetros contrarreloj que ganó en Chile, logrando también en esa ocasión la prueba de 180 kilómetros en ruta.

Su carrera deportiva fue tan intensa como exitosa y ello refleja en las enormes vitrinas llenas de trofeo, medallas y fotos que guarda con riguroso cuidado, en su casa. Pero estos logros no podrían apreciarse sin la mención de su equipo personal más cercano durante años: su mecánico Bruno Nardelli, el asistente técnico y logístico Pedro Alonso y el masajista Manolo Aguilera, los dos últimos miembros de nuestra institución.

En noviembre de 1998, en oportunidad de cumplir 50 años de estrecha relación con el ciclismo, nuestra entidad le rindió un merecido homenaje, con la presencia de todo el periodismo especializado de la región, en gratitud al generoso y sacrificado esfuerzo que en su momento supo realizar con gran éxito, representando al club Unión Alem Progresista para la complacencia de todos.

La vida ha querido que los adversarios fueran quedando vencidos a lo largo del camino y las anécdotas queden sembradas en el recuerdo para que esta leyenda que hoy se nos fue permanezca aferrada a nuestra memoria

P/ club Unión Alem Progresista

Carlos A. Sánchez

Julio C. Martínez

“Su carrera deportiva fue tan intensa como exitosa y ello refleja en las enormes vitrinas llenas de trofeos, medallas y fotos

que guarda con riguroso cuidado,

en su casa”

P/ club Unión Alem Progresista

Carlos A. Sánchez

Julio C. Martínez