“Alejandro Santana”

De mi mayor consideración.

En el diario he leído la nota que hace referencia a la inauguración del Cristo Luz de Junín de los Andes. Lamentablemente, la nota ni siquiera menciona al artífice de esta magnífica obra de arte, que no sólo es religiosa, sino también cultural, antropológica, artística. Y, como si eso no bastara, es también reparadora de una deuda ancestral que pocos han intentado saldar seriamente con los pueblos originarios…

Dada la humildad y sencillez del arquitecto Alejandro Santana, a menudo su figura y su legado transitan en el anonimato. A diario vemos cómo los medios nos hacen conocer a personajes detestables de los que nada podemos tomar como modelo de vida ni ejemplo de convivencia cívica, sin embargo la televisión, la radio, los diarios, nos los muestran hasta el hartazgo ahondando en detalles de sus truculentos logros y abominables desenlaces.

En la otra cara de la moneda, en el “debe”, podemos mencionar al casi ignoto creador del Cristo Luz, del Vía Christi, del santuario de Ceferino en San Ignacio y de tantas obras maestras que ya pasaron a engrosar nuestro acervo cultural neuquino; quien es un profesional comprometido con su tiempo y sus creencias, las que podemos compartir o no, pero no podemos permitirnos el vilipendio de ignorarlas.

Cuento un hecho anecdótico: unos cuantos años atrás, una señora que llegó a Junín de los Andes proveniente de la ciudad de Buenos Aires quedó muy impactada con la obra que estaba construyendo el maestro Santana, y llevó la novedad a su arzobispo, que era monseñor Jorge Bergoglio. Según pude saber, al contarle al prelado lo que había conocido, y describirle que no sólo se trataba del Camino de la Cruz, sino que relataba la vida de Jesucristo llena de esperanzas, realidades locales y contemporáneas como también históricas y artísticas, el hoy papa Francisco la corrigió diciéndole que entonces no se trataba de un Vía Crucis como ella lo mencionaba, sino de un Vía Christi, que es la denominación con la que conocemos ese espacio actualmente.

Esto me lleva a pensar que, quizás sin saberlo, y seguramente sin conocer este ícono de la religiosidad neuquina, fue el sumo pontífice quien nominó la obra del gran arquitecto Alejandro Santana.

Enrique Díaz Colodrero

DNI 13.418.237

“Dada la humildad y sencillez del arquitecto Alejandro Santana, a menudo su figura y su legado transitan en el anonimato”.

Enrique Díaz Colodrero

DNI 13.418.237

Datos

“Dada la humildad y sencillez del arquitecto Alejandro Santana, a menudo su figura y su legado transitan en el anonimato”.

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