“Arsat-3, la soberanía satelital en venta”

La entrega de los Arsat comenzó durante el primer mes de gestión de Cambiemos en el 2015. Ahora el acuerdo que salió a la luz demuestra la creación de una empresa nueva, Newco, que con un 51% de participación de Hughes construirá con Invap y gestionará el Arsat-3. El convenio viola la ley de soberanía satelital creada en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Jorge Aliaga –ex subsecretario en el Ministerio de Ciencia y Tecnología y ex decano de la facultad de Ciencias Exactas– desde principios del 2016 que viene advirtiendo sobre el contrato que ahora es público y que el presidente intenta desmentir. Quienes han estado involucrados en este proyecto de los Arsat que llevó a la Argentina a estar entre los únicos ocho países del mundo con satélites en órbita conocen los detalles pero no sólo eso, todos recordaremos cuando durante el 2016 se despidió a toda la cúpula de Arsat y se puso en sus puestos a familiares del gobierno. Se ocuparon de correr a todos quienes estaban comprometidos realmente con los Arsat.

La decisión política y estratégica de Argentina de construir los Arsat fue un grito de soberanía para la ciudadanía. También fue un salto muy importante al demostrar que nuestro país tiene la capacidad humana y técnica para construirlo, pero además es una veta comercial más que interesante al permitirle al país ser proveedor de señal satelital para el resto del mundo.

Somos uno de los países más caros en servicio de telefonía. ¿Por qué? Porque no tenemos soberanía satelital. Con los Arsat todo hubiera sido mejor para los usuarios de telefonía en nuestro país, además de distribuirse mejor la señal y llegar a cada punto del país, como ya vimos que se estaba logrando. Ahora seguiremos siendo quienes pagamos la telefonía más cara dándoles nuestro dinero y nuestro esfuerzo a empresas extranjeras.

Un país sin satélite propio no decide a quién darle un servicio ni de qué tipo, eso lo hace el mercado, una empresa privada sólo llevará los servicios satelitales a los lugares donde la cantidad de usuarios los justifique e intentará que además los pague lo más caro posible.

Lo detuvieron por razones políticas, todo lo demás es mentira. En realidad este tercer satélite ya es ganancia pura, y por eso lo han transformado en un negocio. Y este gobierno se lo ha vendido a una empresa extranjera. Un esfuerzo de todos los argentinos es de nuevo entregado a privados extranjeros para que, una vez concluido el esfuerzo, ellos se lleven el rédito. Eso es un robo en cualquier país, en cualquier idioma. Qué más da que salgan a decir con su prensa cómplice que el contrato no existe. Existe y no es nuevo, lo firmaron a los diez días de asumir. Qué más da que confundan a la gente diciéndole que el proyecto no era sustentable; si así fuera ninguna empresa lo querría.

Estamos entregando oro en polvo. Hay que ser muy necio o muy ciego, o demasiado inocente, para no interpretar realmente qué está sucediendo.

Mario Ernesto Sabbatella

Legislador FpV Fuerza

DNI 13.823.839

“La decisión de Argentina de construir los Arsat fue un grito de soberanía, fue un salto muy importante al demostrar que nuestro país tiene la capacidad humana para construirlo”.

Mario Ernesto Sabbatella

Legislador FpV Fuerza

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“La decisión de Argentina de construir los Arsat fue un grito de soberanía, fue un salto muy importante al demostrar que nuestro país tiene la capacidad humana para construirlo”.

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