Bariloche: otra oportunidad

Hace algunas décadas, cuando estaba aquel Mercado Municipal y algunas pocas cuadras largas de asfalto, la aldea inspirada por Bustillo se disparó en su “progreso y desarrollo”, caótico, no sustentable, no planificado, no reflexionado.

Sólo el Plan Director, pensado por el fallecido amigo arquitecto y sociólogo Raúl Hernández y su compañera –y también amiga– Graciela Mochkofsky, permitió desde los 70 poner algún freno a los “Bariloche center”.

Pero no fue suficiente, y hoy tenemos crecimiento desigual, sectores postergados en los servicios y la calidad de vida, y así y todo espacios públicos aún disponibles, de potencial extraordinario para un desarrollo económico y turístico, tanto ambiental como socialmente sustentable, que redunde en actividad económica, empleo, en suma mejora de la calidad de vida.

Y ahora otra vez nos golpea la puerta la oportunidad. Y llama muy fuerte clamando alerta: la pretensión empresaria sobre el Catedral debe convertirse en un disparador para la integración inteligente, para una etapa de planificación del futuro moderna y exigente.

Y no sólo el futuro del Catedral, y las ambicionadas tierras aledañas.

También están las más de 3.400 hectáreas, propiedad del Ministerio de Defensa, que se extienden desde el este del cerro Otto a la margen oeste del lago Moreno. Susceptibles en su estado actual de cualquier decisión apresurada y luego lamentada. Y la ubicación del frustrado Centro de Convenciones, y la de la terminal de ómnibus, y tantas otras decisiones trascendentes.

Con la intervención –no sólo del gobierno local, sino también del provincial y el nacional– se puede avanzar en un proyecto armónico que sea ejemplar, bandera de un mástil ideal de conjunto y unidad.

Sin demagogia, ni improvisación, con la participación de todos los niveles de gobierno y sectores de la comunidad; y el concurso de actores profesionales, con experiencia y compromiso regional (que los tenemos): serias encuestas, reflexionadas ideas de planificación urbana, profundizados análisis de desarrollo económico posible, todo en procura de atender las necesidades de nuestra sociedad, por los de ahora y
–sobre todo– por el futuro de nuestros hijos, nietos y bisnietos.

Jorge A. López Alfonsín

DNI 4.179.970

“La pretensión empresaria sobre el Catedral debe convertirse en un disparador para una etapa de planificación del futuro exigente”.

Jorge A. López Alfonsín

DNI 4.179.970

Datos

“La pretensión empresaria sobre el Catedral debe convertirse en un disparador para una etapa de planificación del futuro exigente”.

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