“Cualquiera, menos made in Argentina”

Hace unos días, compré un caloventor en un hipermercado de la ciudad de Neuquén. Me acerqué a la caja, pagué y me dijeron que si en tres días se rompía (sí querido lector, leyó bien, días) me entregarían uno nuevo. Tuve tanta mala suerte que dejó de funcionar al cuarto.

Me presenté en el híper y me dijeron que debía dirigirme al servicio oficial; como no me pareció algo razonable, pedí hablar con el gerente, quien estaba atrincherado en una oficina con puerta metálica, al lado del mostrador de reclamos. Por supuesto, no apareció.

Llamé al servicio oficial y me dijeron que tenían una demora de 15 a 20 días. ¡El invierno empezó hoy!

Creo que son responsables de esta situación el fabricante y el comerciante, porque ambos compran y venden un producto que funcionará, solamente, durante tres días.

En los 80 comenzaron a ingresar a nuestro país automóviles extranjeros. Un conocido compró uno de origen japonés. Se lo entregaron en tiempo y forma, pero a los pocos días tuvo un desperfecto grave en el motor. Se presentó en el concesionario local y le dijeron que, en 24 horas, le darían una respuesta concreta. A pocos días le comunicaron que, desde Japón, le enviarían un auto igual y que la concesionaria debía enviar el otro auto para revisarlo y analizar en qué se habían equivocado. Por supuesto que se disculparon.

Analizando ambos casos, llegué a la siguiente conclusión: si vuelvo a comprar algo, buscaré que diga “made in…” cualquier país, menos “in Argentina”.

Humberto G. Zappalá

DNI 11.372.473

“Creo que son responsables de esta situación el fabricante y el comerciante, porque ambos compran y venden un producto que funcionará tres días”.

Humberto Gustavo Zappalá

DNI 11.372.473