“¿Cuándo vamos a empezar a hacer las cosas como corresponde?”

La Cooperativa Aromáticas del Valle debiera ser un ejemplo a seguir en todos los municipios valletanos, ya sea reproduciendo el cultivo de las mismas especialidades o recreando otras igualmente comercializables. Para estos fines es que yo propuse el año pasado la creación de una secretaría/dirección buscando que el nuestro se involucrara en las cuestiones productivas, en tanto debieran ser el puntapié para iniciar –¿por qué no?– la tan mentada y jamás concretada “diversificación” en el Alto Valle. Seguramente entre los lectores hay muchos que siguen por TV las alternativas del Tour de France, hermosísima carrera que reúne a los mejores ciclistas del mundo. A través de las pantallas se puede observar cómo los franceses, de una manera absolutamente prolija y esmerada, colocan en producción todos los rincones de su territorio, fraccionado en pequeñas parcelas, verdes, bien irrigadas y forestadas. Pregunto: conviviendo con tantas y tantas chacras literalmente abandonadas, de tierras fértiles y aptas para cualquier cultivo, todas bajo un riego centenario pensado por el Ing. Cipolletti para producir de verdad y no para oxidar chatarra petrolera, enclavadas en un pequeño gran valle de clima generoso y benéfico… ¿cuándo nos vamos a disponer a cambiarle la cara productiva a esta zona? ¿Cuándo vamos a empezar a hacer las cosas como corresponde? ¿Por qué no nos miramos en los espejos ejemplares, como el de Aromáticas del Valle y el de otras pequeñas cooperativas provinciales que desde hace años han emprendido a través del esfuerzo mancomunado la loable tarea de salir adelante económicamente, poniendo esfuerzo y sacrificio personal y abriendo alternativas laborales para ellos y para terceras personas? La pera y la manzana podrán seguir siendo el eje central de nuestra producción, pero es indudable que se impone con urgencia un cambio de paradigma, regulando de manera inteligente la oferta productiva de los menos de 2.000 chacareros que han sobrevivido a la falta de imaginación de los distintos gobiernos provinciales, abriendo la puerta a nuevas alternativas productivas, inteligentemente comercializables, puertas adentro de nuestro país y en el exterior. Pensar no cuesta nada. Sólo hay que proponerse hacerlo con inteligencia creativa.

Mario Álvarez

Concejal vecinalista

“La pera y la manzana podrán seguir siendo el eje central de nuestra producción, pero es indudable que se impone con urgencia un cambio de paradigma”.

Mario Álvarez

Concejal vecinalista