“¿Defensor del pueblo o defensor del poder político?”

¿Algo nuevo o más de lo mismo? En estos días, próximos a una nueva elección del defensor del pueblo de Río Negro, y ya sabiendo quiénes somos los postulantes, se me ocurre pensar que ya hay nombres (dos, al menos) que suenan como número puesto, para ocupar los puestos de defensor y defensor adjunto.

Los dos, y algún otro más, que suenan justamente lo hacen porque están relacionados o son funcionales a las autoridades, o sea, lo que menos hacen o hicieron es defender al pueblo. Esto fue evidente en la mayoría de las gestiones de los defensores que ya han pasado, salvo una que otra honrosa excepción. Sin ir más lejos, las actuales defensora y codefensora ya han mostrado que son funcionales a los caprichos del poder político y los empresarios.

Asimismo, y según se deduce de las palabras de algún otro candidato que han reporteado algunos medios –porque no han entrevistado a todos, sino a algunos elegidos–, la defensoría no debe estar enfrentada al poder, o en todo caso debe ser flexible, y esto casi siempre es en contra o afecta al pueblo, jamás al gobernante o al empresario.

Es casi cómico que una persona que se supone debe defender al pueblo en contra de los abusos de los gobernantes y del poder político no sea elegida por el propio pueblo, sino por el poder político y los gobernantes. Es muy raro que una persona actúe en contra de quien lo elige, y máxime cuando se sabe que no es independiente. La mayoría se siente obligado a ser fiel y responder, por temor a perder el lugar y los privilegios que éste trae aparejados, como ser buen sueldo, reconocimiento, fama y orgullo, y por supuesto que con eso cuenta el que elige y da el puesto, y a la larga la función se desdibuja y se confunden las lealtades.

También, por estos días, parece costumbre que los puestos de más relevancia sean ocupados o pretendan ser ocupados por los que yo llamo “portadores de apellido”, los Alfonsín, los Díaz, los Massaccesi, los Odarda, los Sartor, los Chironi, los Pichetto, los Soria y demás, todos hijos, sobrinos o parientes de…

Parece ser que el apellido ya les da la cobertura, el poder y la sabiduría para ocupar dichos puestos; que con ser hijos o sobrinos de ya van a venir a solucionar todos los problemas del mundo, y casi nunca es así, sólo pasan por la vida cobrando buenos sueldos, generalmente sin poder destacarse, ya que el apellido por sí solo no sirve para solucionar nada.

Y no olvidemos a los oportunistas, que son candidatos a todo, por las dudas a la intendencia, a una concejalía, a una diputación, a la defensoría; los que ya le tomaron el gustito y siempre quieren estar agarrados de un puesto, y que obviamente no hacen nada, sólo figuran y cobran.

Todos somos parte del pueblo, pero nos diferencia el lugar donde estamos parados, y las acciones que llevamos adelante.

En fin, esperemos que esta elección no sea una más de tantas “a dedo”, o por “portación de apellido”, o por conveniencia al poder político, y sí sea a favor del pueblo, que demasiado castigado está ya y nadie hace nada para defenderlo.

Jorge Andrés Frosi

DNI 14.705.890

“Parece costumbre que los puestos de más relevancia sean ocupados o pretendan ser ocupados por los que llamo ‘portadores de apellido’”.

Jorge Andrés Frosi

DNI 14.705.890

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“Parece costumbre que los puestos de más relevancia sean ocupados o pretendan ser ocupados por los que llamo ‘portadores de apellido’”.

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