“Doña Edersa de Orwell”

Sonó la campanilla del teléfono (Cipolletti). Los dos ancianos estaban cenando cerca de las veintiuna horas. Prestamente la esposa quiso atender, pero no alcanzó a contestar. Se trataba de una llamada de Edersa en la que se les comunicaba que su suministro estaba adeudando una factura de servicio eléctrico domiciliario.

Antes de continuar debe quedar perfectamente aclarado que estos son los hechos, que la presente carece por completo de algún sentido político.

Primer tarea del 23/6/16: buscar en la carpeta de los servicios las facturas de Edersa del bimestre anterior donde consta que el próximo vencimiento será el 11/7/l6.

Para no molestar a ningún conocido, después de haber trabajado y haberse jubilado en la empresa eléctrica (por entonces Agua y Energía Eléctrica de la Nación) y finalizado después de treinta y ocho años (38) en Edersa –cuestión que no le otorga ningún derecho especial–, el cliente dejándose llevar por la intuición en vista de que los medios a su alcance (PC, guía, teléfono, factura) no le daban un número para aclarar telefónicamente la cuestión, y en virtud de hallarse el titular en silla de ruedas por tener las extremidades amputadas por sobre las rodillas, decidió conseguir otro número relacionado con empresa que lo atendiera.

En uno de los entes provinciales que se unen a la inmaculada Edersa a través de las operaciones de la energía logró obtener un número por el que era casi seguro que llegaría a la consulta sobre el aviso de la máquina.

Previo a este periplo deambuló por distintos sectores que tuvieron muy buena predisposición en cerrarle la puerta en las narices (no se extiende sobre esto por no tratarse de la empresa proveedora). Lo más curioso le ocurrió en un área en que no fue empujado, sino derivado al sector de vigilancia o seguridad, donde planteó su problema en busca de un número telefónico de Edersa y como contestación se le informó que esos datos no se otorgan por teléfono.

Con la indignación un tanto subida pero manteniendo los modales el cliente preguntó si tenían jefe, a lo que respondieron que sí. Les solicitó que lo comunicaran con él pero recibió la misma contestación y el usuario colgó. Del número que consiguió después gracias a un alma piadosa enganchó –siguiendo las instrucciones– una máquina que le informó que la cuenta no registra deuda y el próximo vencimiento es el 11/7/16.

Tratan a Edersa como si fuera la señora de Orwell, porque en este pecado, de que se embrome el cliente, ningún Gran Hermano pone la cara, una vergüenza.

Rodolfo Darriba

DNI 7.560.897

“Una llamada de

Edersa les comunicaba

que su suministro estaba adeudando una

factura de

servicio eléctrico domiciliario”.

Rodolfo Darriba

DNI 7.560.897