El cínico y el mendigo

La carta destacada

Diógenes era el más conocido representante de la escuela filosófica de los cínicos, que se desarrolló en la Grecia del siglo IV ac. Básicamente pregonaba el desapego a los bienes materiales y las riquezas, encontrando la virtud en esa pobreza; se manifestaba contrario a todo tipo de condicionamiento social, vivía como un vagabundo y dormía dentro de una tinaja.

Cuentan que buscaba a plena luz del día con un candil encendido “a un hombre honesto”. Alteraba el orden de la sociedad ateniense con frecuentes actos contrarios a las buenas costumbres y frases subversivas. La palabra cínico tiene, sin embargo, otra acepción: dícese de quien “falta a la verdad con desvergüenza, o en forma descarada”. No sé por qué se me ocurre el ejemplo de alguien que nos diga que a pesar de quedarnos sin trabajo, a pesar de que paguemos cada vez más caro la luz, el gas, los remedios y los alimentos, los argentinos vamos a vivir cada día un poquito mejor. ¡Parece que las dos acepciones de la palabra cínico fueran tan distintas! Sin embargo, ambas tienen algo en común: nos conducen irremediablemente a la pobreza.

Pablo Hernán Sosa, DNI 13.670.589

Pablo Hernán Sosa, DNI 13.670.589


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