“El destino de los chetos”

Después del 55 y la caída de Perón, los argentinos habíamos quedado con buena plata y al triunfar el rock sobre el tango, la juventud viajó indiscriminadamente a Miami EE.UU. a disfrutar de “la dulce vida” tan en boga, lugar de todos los vicios, donde se reunían y se reúnen los contrabandistas de droga más famosos del mundo. Ahora esa moda fue mucho más allá y los colombianos nos han traído a nuestro país el negocio de la droga a domicilio ¿o no?.

La juventud cuando no tiene unos buenos ejemplos va por lo que ocurre en México y por aquí cada vez más seguido. El problema es que las adicciones son muy difíciles de erradicar. Peor aún cuando nuestros políticos se han puesto de acuerdo -como tantas veces- para que ahora se pueda tener el canabis en el jardín de su casa “para fines medicinales”. ¿Y quién lo va a controlar?. La Gendarmería ya no da abasto con los narcos barriales y estaría descuidando la frontera amén de otras responsabilidades que les han adosado en todo el país. Nuestros representantes, sean diputados o senadores, etc., firman leyes que luego la ciudadanía tiene que ir a la Plaza de Mayo a aquejarse.

Los “enfermos” que anuncian algunos padres, deben de existir: trátenlos médicamente con insumos importados y rigurosos controles farmacéuticos, con la intervención de Salud Pública, entregándoselo gratis a los insolventes, esto siempre resultaría más barato y seguro para el gobierno si quiere salvar a la juventud de la drogadicción; eso sería mucho más seguro y económico, lo contrario sería ver plantaciones por cualquier parte de nuestro extenso territorio y pasaríamos a integrar el Club de Colombia, entonces tendríamos las bases americanas en nuestro territorio para prevenir el mal de la droga. Como dicen ellos. Sacar propias conclusiones digo yo.

Juan Carlos Malgesini DNI4.673.429

“La juventud cuando no tiene unos buenos ejemplos va por lo que ocurre en México y por aquí cada vez más seguido”.

Juan Carlos Malgesini