“En estos años encontramos una segunda familia”

La carta destacada

El 1 de octubre de 2014 Morena, nuestra hija de 7 años en ese entonces, comenzó con molestias en el ojo derecho. En pocas horas las molestias se convirtieron en insoportables dolores de cabeza. En el transcurso de 72 horas el cuadro se agravó y fue internada de urgencia en el Policlínico Neuquén, donde acertadamente le diagnosticaron herpes zóster en el trigémino.

Ágilmente Ospepri, la obra social del Sindicato de Petróleo y Gas privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, dispuso el inmediato traslado de Morena a Buenos Aires, donde fue asistida por una especialista en córnea.

Faltando poco para cumplirse dos años del inicio de la enfermedad, decidimos agradecer públicamente a las personas que nos hicieron sentir que no estábamos solos.

En primer lugar al Policlínico Neuquén, su personal, su presidente el doctor Humberto Lorandi y a su pediatra, la doctora Adriana Centeno, quien estuvo y está a disposición las 24 horas del día, y a nuestra actual oftalmóloga, la doctora Susana Manzano.

También va nuestra gratitud para todo el personal de nuestra excelente obra social, a sus médicos auditores, personal farmacéutico y en especial a su gerente, el siempre atento Néstor Martínez, y por supuesto al líder sindical Guillermo Pereyra.

Fuimos trasladados por Ospepri en avión a Buenos Aires y alojados en los cómodos departamentos amoblados y equipados que tiene el gremio en su edificio de Almagro. Nuestro agradecimiento es a Javier Sollazo, Silvia Zazzeta y Sergio Seijo, para las chicas de limpieza, los guardias y a cada persona de ese edificio. Además de ser recibidos, transportados y atendidos en forma muy cordial, nos atendieron excelentes profesionales, entre ellos la doctora Paola Rinaudo, especialista en córnea de la fundación Zambrano.

Gracias a los hospitales Gutiérrez y clínicas donde Morena fue vista por los mejores especialistas en infectología, oftalmología e inmunología, todos con una calidad humana cariño y solidaridad increíble.

Podemos decir que en estos dos años de tratamiento de viajes, controles y cirugías encontramos una segunda familia. Tanto es así que la psicóloga nos dice que para nuestra hija estos viajes no representan ningún trauma; y claro, si toda esa gente la hace sentir como en casa.

Sabemos que esto no terminará acá, pero también sabemos que contamos con toda esa gente y, lo más importante de todo, con la familia y amigos; las palabras de aliento, oraciones, buenos deseos y por sobre todas las cosas amor.

Gracias, mil gracias.

Valeria Pacheco

DNI 27.797.157

Gustavo Viegas

Valeria Pacheco

DNI 27.797.157

Gustavo Viegas


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