“Feliz reelección Dr. Ricardo Rivas”

La tan mentada “grieta” que azota y frustra a la sociedad no es nada nueva. Siempre está de moda. Si se observa atentamente nuestra historia bien se puede apreciar que ya existía antes de ser nación. Desde aquel entonces y hasta ahora dos antagónicas fuerzas políticas en la imposición de sus ideologías a sangre, fuego y todo tipo de artimañas las profundizan cada vez más. Por un lado: patricios (antes de 1810), federales, autonomistas, radicales, peronismo (populismo). Por el otro: carlotinos (antes de 1810), unitarios, nacionales, conservadores; antiperonismo (elitismo). Según una investigación del Departamento de Historia, Filosofía y Letras y Arte de la Universidad de Cuyo, San Juan, apoyada por el Conicet, lo que era un fratricidio que prometía llevarse puesto a Cuyo y otras provincias del Norte no sucedió. Por aquellos turbulentos años gobernaba la provincia de San Juan el caudillo general José Nazario Benavídez, quien consciente de que sólo la educación, el respeto por la dignidad del otro y la unificación nacional terminarían con esas terribles luchas promoviendo la patria como potencia mundial.

A pesar de ser un federal de ley, en un acto de valor y autoridad moral sin precedentes, se reveló contra los excesos autoritarios de Rosas negándose a exterminar al enemigo político, echó a la Mazorca de la región dando asilo a los que perseguía, concedió humano trato al adversario y a los vencidos heridos, ignoró la exigencia de la jerarquía católica de expulsar a los jesuitas y, sin más, pasó a integrar su gabinete con prominentes unitarios unificando el intelecto creador del elitismo con la fuerza laboral del populismo. Elevado ejemplo de cultura política –hoy años luz de ser igualado– que supo saldar la “grieta” que separaba y enfrentaba a los argentinos, lo que trajo el orden, el progreso y la paz social.

Cuando se analizan los designios del Caesyp (Consejo Asesor Económico, Social y Planeamiento), órgano consultivo del Ejecutivo municipal y los concejales de Neuquén conformado por colegios de profesionales, la universidad, Acipan, el Copade, religiones, gremios, comisiones vecinales, ONG, etc., trabajando en comunidad por un orden social superior, bien se puede observar que, desde el fondo de la historia, resurge con toda su belleza y esplendor cívico el ideal elitismo-populismo que ciento ochenta años atrás instituyera con éxito el esclarecido caudillo federal sanjuanino. Si se toma en cuenta que las autoridades competentes no aciertan sobre cómo solucionar la frustrante “grieta” actual que conspira contra el progreso y la unión nacional, la voluntaria tarea técnica-cívica del Caesyp con certeza y la mayor humildad señala el camino a seguir para poderla sellar.

Entonces la feliz reeleción del Dr. Ricardo Rivas para un nuevo período al frente de la Defensoría del Pueblo en Neuquén, más que un merecido premio a la excelencia de su labor profesional de alto vuelo ético-moral, es la mejor ofrenda que se le puede tributar a la democracia republicanas ya que supo evitar el ocaso del Caesyp instigado por idólatras de la “grieta” que en su incapacidad y egoísmo sin igual no hacen ni dejan hacer. Vaya también el mejor reconocimiento a los concejales que en la honra de su labor legislativa lo ratificaron en su importante cargo.

Hugo César Navarro

DNI 7.946.311


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