La familia Abadie Galván, pionera en Neuquén

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A raíz del incesante arribo de familias que vinieron a sumar esfuerzos y cumplir diferentes roles a través de su trabajo, se produjo el poblamiento de estas hermosas tierras. Tal es el caso de José Román Abadie, que vino con su trabajo en la fuerza de Gendarmería Nacional; arribó y nunca más partió. Acá conoció a María Luisa Galván, una tucumana que tenía parientes asentados en la zona y formaron una gran familia.

José Román Abadie nació en Macachin, La Pampa, el 16 de marzo de 1916. Realizó el servicio militar en el Regimiento N º 10 de Infantería Motorizado. Era hijo de José Abadie, inmigrante nacido en Francia, y de Carmen Martínez, argentina, con la que tuvo 13 hijos. José Román ingresó a Gendarmería Nacional en 1940; fue promovido al grado de suboficial mayor en diciembre de 1954, en la especialidad Dactilóscopo y Oficinista. En 1941 llegó al Escuadrón de Chos Malal y en 1947 a la Agrupación Neuquén.

En su vida de civil fue agente de seguros de Federación Agraria y Cosecha Seguros. En aquellos tiempos a ninguno de los asociados se les vencía el seguro porque José en muchos casos rendía la cuota a la aseguradora y después hacia la cobranza. Fue un hincha fanático de Boca Juniors y Pacífico de Neuquén.

Fue integrante de la comisión de padres del Colegio Don Bosco, aun cuando Daniel, uno de sus hijos, ya había dejado de concurrir.

Socio vitalicio del Club Pacífico, participó en la subcomisión de básquet junto a Rosina de Rodríguez.

En 1946 se casó con María Luisa Galván, tucumana, que había venido a Neuquén en 1940 para trabajar con sus tíos Lucía Galván y Juan Ortega y su prima Juana en el comercio Casa Ortega, librería, juguetería y posterior agencia de lotería nacional. En ese comercio, José Román, si bien no fumaba, concurría a comprar fósforos prácticamente todos los días para ver a María Luisa.

Una vez casados vivieron en Chaco 249 (hoy calle Don Bosco). Luego adquirieron un lote en la calle Juan B. Alberdi 423, donde construyeron su vivienda y se radicaron definitivamente en Neuquén.

Tuvieron tres hijos: José Luis, Jorge Daniel e Inés del Carmen, que les dieron varios nietos.

María Luisa recibió en Buenos Aires el título de profesorado de Labores y Bordado en Oro, lo que le permitió ingresar el 1945 como maestra de taller en la Escuela Profesional de Mujeres dependiente del Ministerio de Educación de la Nación, donde dio clases de economía doméstica (costura, bordados, cocina) hasta su jubilación.

Como anécdota queda el relato hecho por su prima Juana Ortega: “En 1943, la esposa del gobernador Pilotto le mandó a hacer un mantel bordado para 24 personas y quedó maravillada por la perfección del trabajo”.

Relatos, narraciones de vecinos neuquinos que con sus historias familiares conforman la gran historia neuquina que no deja de andar, de crecer, de vibrar en nuestros corazones.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256

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