“La pueblada, una gesta histórica de Neuquén”

Quiero rendir un homenaje a una gesta histórica de nuestra provincia, como fue la Pueblada de Cutral Co y Plaza Huincul, o más comúnmente llamada El Cutralcazo, que tuvo lugar entre el 20 y el 25 de junio de 1996.

Mi intención es recordar a todos los vecinos de esas localidades que de una u otra forma hicieron posible esta gesta histórica que aún no termina de ser reconocida como tal, quizás porque hacerlo signifique aceptar que esa pequeña y grande a la vez comarca petrolera se plantó ante los poderes fácticos imperantes que tuvieron que retroceder con sus recetas neoliberales que sumían y condenaban a la gente a la desocupación y al hambre.

Fue una gesta histórica lo de aquel junio de 1996, porque una jueza nacional con 400 gendarmes prestos a reprimir (era moneda corriente la represión de Gendarmería en el país, y a Neuquén vinieron varias veces) se vio obligada a desistir de aplicar el Código Civil que considera este hecho como un delito federal. Esta situación que se estaba dando en la comarca ya había dejado de ser un delito y pasó a ser un derecho legítimo de comunidades que exigían a sus autoridades que cumplieran con la manda constitucional de derechos y condiciones de vida digna. La consigna más escuchada en los piquetes era “queremos trabajo”, algo que sus gobernantes no les estaban dando. Fue una gesta histórica aquella porque participaron los desocupados, los comerciantes cerrando sus locales o enviando víveres a los piquetes, las instituciones, en general toda la sociedad, algo que el gobierno provincial de entonces, y con muy poco tacto, no reconocía y llamaba a los manifestantes delincuentes. Actitud que con el correr de los días empezó a cambiar, ya que ante la capitulación de la jueza federal y los 400 gendarmes, más el endurecimiento de los vecinos en los piquetes, hizo que el propio gobernador volviera sobre sus pasos y se aviniera a bajar a los piquetes para dialogar con los vecinos que así lo requerían.

Fue una gesta histórica porque ya nada sería igual. Las comunidades habían puesto en práctica el hecho de que la dignidad de un pueblo se defiende y no se negocia y por otro lado el poder político había tomado nota de este nuevo fenómeno social que irrumpió en la vida de las sociedades para quedarse, pero que a su vez le señalaba ciertos límites que no era conveniente cruzar. Fue una gesta histórica porque la comarca petrolera le pudo mostrar al país que hay un camino posible hacia un futuro mejor, un camino con sacrificios y esfuerzo pero con dignidad. No importa que muchos no reconozcan en plenitud al Cutralcazo como una gesta histórica, porque ya fue escrita por los vecinos de esas comunidades y está en los anales de la historia de Neuquén, pero también del país.

Luis Durán

DNI 13.934.392

“No importa que muchos no reconozcan en plenitud al Cutralcazo como una gesta histórica, porque ya fue escrita por los vecinos de esas comunidades”.

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“No importa que muchos no reconozcan en plenitud al Cutralcazo como una gesta histórica, porque ya fue escrita por los vecinos de esas comunidades”.

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