Lo que hay alrededor del agua

Además de los innumerables tratados y la profusa información que existe sobre el agua, en estos últimos días se dieron a conocer una serie de noticias y vale realmente la pena prestarles mucha atención, en especial a algunas de ellas, ya que sabemos que el agua en su ciclo es vital para la vida y el desarrollo del ser humano. Es prioritario abordar la cuestión con especial seriedad.

Recomiendo la lectura del libro ensayo del ingeniero Julio F. Porrino “El agua y el futuro”, de una riqueza incontrastable, ya que describe técnicamente cómo deberíamos aprovechar todo el complejo hídrico de la región del Comahue en aras de trasladar esta “bendición de Dios” a futuras generaciones, ya que “el futuro de la región y del país depende del uso inteligente de sus recursos”. Este honor se atribuye al ingeniero César Cipolletti, quien planificó las obras de la infraestructura de riego.

Su construcción traería aparejado entre otros beneficios el control de crecidas, desarrollo hidroeléctrico en pequeñas centrales por un total aproximado de 12.800 gwh /año, desarrollo agroindustrial, 1.500.000 de hectáreas bajo riego, desarrollo turístico, bajo impacto ambiental (generación de energía sana), control de radiaciones electromagnéticas en corredores de transmisión de energía, crecimiento demográfico (pensado para 2.000.000 de habitantes), beneficios de retorno, no tan sólo en el aprovechamiento, sino también en el cuidado de la misma.

No cabe dudas de que se debería estar permanentemente concientizando a toda la población y a las áreas de gobierno, seriamente comprometidas en una fuerte política de Estado, ya que desde hace años se está contaminando, entre otras, a la laguna Cuenca Vidal (lago Pellegrini) con aceites, pesticidas, detergentes y deshechos de los más diversos, como por ejemplo los residuos cloacales.

Esta laguna, en particular, podría verter agua en la cuenca del río Colorado o bien canalizarse hasta Cipolletti, o a Casa de Piedra en Roca con algún pequeño aprovechamiento hidroeléctrico 50 gwh/año, o ser utilizada como pulmón para reparación y/o canalización del cauce principal a fin de evitar las filtraciones y elevaciones del nivel de la capa freática. Si algún día se cumpliera este proyecto, entonces sí se podría rebautizar la laguna Cuenca Vidal por lago Pellegrini.

Idéntico tratamiento de contaminación sufren los ríos Neuquén, Limay y Negro, ya que no se cuenta con plantas de tratamientos de líquidos cloacales y efluentes industriales, por lo que aguas abajo se pierden lugares de recreación en ambas márgenes. Recordemos, tan sólo a modo de ejemplo, la isla Jordán, y cuántas veces en distintos lugares aparecen carteles con leyendas tan simples como “prohibido bañarse”.

A esta altura del desarrollo y con estos antecedentes, cabría preguntarse si no será éste el momento de aprovechar las promesas de obras que nos hicieron los distintos gobiernos de turno, en torno al cuidado, aprovechamiento, del agua y aplicación de las leyes por parte de las secretarías de Medio Ambiente, específicamente, sobre toda la actividad minero-petrolera y el tratamiento de los respectivos residuos que contaminan particularmente los acuíferos, o seguiremos siendo víctimas de la demagogia con anuncios rimbombantes que luego nos llevan a la nada.

El Ing. Juan Venigar dijo: “El agua en la Patagonia es la vida, y su cantidad determina hasta dónde ésta podrá desarrollarse, no es inagotable (…) Vendrán tiempos en los que nuestras aguas se medirán en litros, lo que presupone una administración única para cada cuenca fluvial so pena de irracionalización, pleitos y enconos sin fin”.

A esta profecía apocalíptica le agregaría dos excelentes consejos: “Nunca te apartes del agua” y “Dios perdona siempre, los hombres a veces, la naturaleza nunca jamás; todo lo que le hagas a ella en su contra te lo devolverá con la muerte”.

Sres. gobernadores de las provincias de Río Negro y Neuquén, ustedes tienen la doble obligación moral de sumarse a esta cruzada del agua y resguardarnos de quienes nos quieren hacer creer que primero van los zapatos y después las medias. Quien pretenda construir un país en serio deberá primero calcular las necesidades que requiere ese crecimiento, que debe ser ordenado y no caótico, para luego dar rienda suelta al progreso garantizando y el justo aprovechamiento sustentable en el tiempo.

Ing. Silvano Giacolla Caruso

DNI 8.119.343

“A esta altura del desarrollo y con estos antecedentes, cabría preguntarse si no será éste el momento de aprovechar las promesas de obras que nos hicieron los gobiernos de turno”.

Ing. Silvano Giacolla Caruso

DNI 8.119.343