“Nevadas eran las de antes”

Decir que ésta fue una nevada histórica no aporta nada. Imaginémonos Canadá o cualquier sitio similar a éste en el mundo. No señores, lo histórico es la desidia en que nos han sumido, el desastre, la falta de criterio. La emergencia no es climática, es de gente pensante. Silenciosamente presenciamos sin reaccionar la tala a orillas del Pocahullo, con vaya a saber qué trasnochado proyecto, ¿Quién gana con esta obra? ¿Qué estudio de impacto ambiental hicieron? ¿Olvidó la intendenta el lugar natural del lecho del río? ¿Necesitan más tragedias? ¿Es posible que se invierta en esto y no se haya podado ni en los lugares de riesgo? Colegios, clubes, pasos obligados, paradas de micros… Olvidaron a la gente trabajadora, la que aporta cada día para que se sigan dilapidando ineficientemente los recursos.

¿No pueden autorizar al frentista que desea realizar la tarea, y poner a disposición profesionales de parques para orientarlo, sin pensar en la multa como sistema disuasorio? ¿Es posible que sigan aprobando y cobrando planos de obras nuevas y en años no vayan a dar servicios esenciales como gas y cloacas? ¿Que tampoco realicen controles a las obras en cuestión? ¿O que se haga de manera sesgada? ¿Por qué hubo tantos accidentes edilicios en este temporal?

Muchos no conocen los riesgos de usar ciertos materiales. Los funcionarios a cargo deben velar por ello. Las ordenanzas existen. ¿Para algunos?

Es injusto que se hable de San Martín principalmente como lugar turístico, y no dejo de respetar el sector, que lucha cada año por hacer de éste un lugar inolvidable. Pero aquí la naturaleza lo brinda todo. El día a día lo hace el humilde trabajador, el que lidia con el barro, con la falta de iluminación, colectivos, bocas de incendio, sistemas de drenaje, colegios y días de clases, terapia intensiva y camas en nuestro hospital, anestesistas, profesionales cumplidores, cuidado sagrado del agua potable, de cargos públicos en manos de idóneos, capaces, honestos, patriotas
–señores patriotas–. Gente que ame y respete esta tierra y dé lo mejor de sí en su tarea.

Mucho que desear dejaron. En años de vida aquí no vi este desastre, la ausencia total del Estado provincial y municipal, que está para colmo en manos de una hija de este pueblo, conocedora de sus calles y problemáticas como nadie.

Muchos contribuyentes no cumplen con pagos y obligaciones, con el cuidado de los espacios comunes. Para ellos que caiga el peso de la ley, que a todos es igual y ampara.

Sería de inmensa utilidad que el señor gobernador prohíba por decreto de necesidad y urgencia el uso de dinero público para campañas políticas en todos los medios de comunicación y suspenda las elecciones del 13 de agosto, destinando esos recursos a la compra de tres máquinas viales, con el cuidado a cargo del Municipio, y que éste sea llevado a cabo con total responsabilidad –en caso contrario, formen agentes para tal fin–. Nadie desea votarlos.

Les ruego que olviden por una vez las divisiones, que si mapuches, porteños o NYC. Todos somos hijos de esta tierra privilegiada, y a ella por el futuro nos debemos.

Una sanmartinense dolida y desilusionada.

Silvia Macchiarulo

DNI 16.702.801

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Silvia Macchiarulo

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