Objeción de conciencia

A raíz de la negativa de médicos del Hospital de Cipolletti a realizar un aborto, el diario ha publicado algunas opiniones, una solicitada y aún dedicó un editorial al tema.

Muchos deseamos se cumpla con lo que los Tratados Internacionales incorporados a la Constitución de la Nación sostienen: el derecho a la vida desde la concepción.

Por eso me permito reflexionar: Transitamos una era en que la verdad es definida por cada uno tornándola subjetiva y circunstancial. Desde que el ser humano deja a Dios de lado, el centro lo ocupa el individuo quien se levanta como juez de lo que es bueno o es malo: un modelo antropocéntrico. Este paradigma no sólo dicta normas de pensamiento, sino de acción y hasta influye a través de colectivos sobre legisladores y jueces para cerrar un círculo que no tiene nada de novedoso, ya que en él han tropezado civilizaciones y culturas en la historia.

Hay otro camino, y es que cada uno de nosotros busque conocer la verdad de Dios, que es para todos, pero que jamás debe ser impuesta a nadie, única verdad que trasciende al ser humano, siendo por tanto objetiva y permanente. Aceptar esta verdad y vivir de acuerdo a ella, nos transforma en seres libres, que respetan los derechos de todos y especialmente de los indefensos y de los que aún no han nacido. Nunca el ser humano alcanzará la paz suprimiendo a otros seres humanos.

En el caso que nos ocupa, esa verdad de Dios dice: “No matarás” y también dice: “No te quedes con los brazos cruzados cuando la vida de tu prójimo corre peligro” (Lev. 19:16). En una sociedad sana, defender la vida jamás debiera ser motivo de imputación llevando a juicio a quienes cuidan el derecho a nacer.

Rubén Dardo Gasparini

DNI 8.460.091

Rubén D. Gasparini

DNI 8.460.091


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