“Se derrumba en segundos”

Escribo estas líneas ya que he leído la nota del 20/9 de Ítalo Pisani con respecto a las denuncias que se le adjudican a un médico de nuestro hospital Ernesto Accame. La noticia me produjo angustia, desazón, dolor, impotencia, bronca y sentimientos encontrados.

Soy madre de un niño con síndrome de Down. Hace años vengo luchando para que sus derechos sean respetados, para que no sean discriminados él y ningún niño en la misma situación que mi hijo. Veo como tanto trabajo realizado se derrumba en cuestión de segundos… Me pregunto: ¿cómo hago?, ¿cómo seguir de aquí en adelante si las personas formadas para ayudar a niños a nacer discriminan quién nace y quién no? Una pastilla para abortar, si ¿el aborto es ilegal?, me hace muchísimo ruido. Abrazo a mi hijo y doy gracias a Dios que lo tengo conmigo. Tal vez es un sentimiento que sólo comprenden las familias que tienen un familiar con síndrome de Down. Ellos nos enseñan el significado del verdadero amor, que el rencor y el odio no existen, nos enseñan a ser más humanos y a amar de verdad. Esta es una acción completamente discriminatoria tanto de la madre como del médico. Como madre de un niño con SD y directora de una institución de Allen, Fundación Calma, seguiremos trabajando hasta lograr que todas las personas sean aceptadas y respetadas por el solo hecho de ser personas, independientemente de su condición. Porque si hay algo que tengo en claro es que todos somos diferentes.

Repudiamos los dichos y las acciones de este médico y que la Justicia se expida. Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, diciembre del 2006: “El propósito de la presente Convención es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”.

Ana María Rodríguez

Pte. de Fundación Calma

Ana María Rodríguez

Pte. de Fundación Calma

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