“Tota Suárez de Caso: maestra, luchadora”

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Hoy traigo la memoria de Tota Suárez de Caso, una mujer trabajadora que no se amedrentó ante las adversidades laborales y personales. Cuando cumplió sus noventa años, una de sus nietas la agasajó escribiendo sentidas palabras que citaremos a lo largo de la presente carta. “Los vientos de la capital del viento esparcieron sus dudas, dejando paso a una inquebrantable vocación de educar”, escribió su nieta.

María Pomina nació en Limay Centro el 24 de octubre de 1919. Era hija de don Dardo Eduardo Suárez, nacido en San Luis, maestro normal nacional de la Escuela Normal de esa misma ciudad, y de doña Flor María Méndez. Don Dardo arribó a estas tierras en la primera década del siglo XX y ejerció la docencia en la localidad de Limay Centro. Allí conoció a doña Flor, con la que se casaría y tendría ¡diecisiete hijos!

Tota realizó la primaria en la Escuela Nº 55 de Limay Centro, en la cual su padre don Dardo era el director, y a partir de sexto grado en la Escuela Nº 61 en Neuquén, porque la de su pueblo no tenía los últimos grados.

Finalizada la escuela primaria, emigró a Bahía Blanca para estudiar en el Colegio La Inmaculada. Su nieta escribió: “Y volvió la maestra, volvió la mujer, para comenzar la noble tarea de educar en un ámbito donde la tiza y el pizarrón eran ausentes estructurales de una tierra escasamente poblada por nativos con muy poca instrucción y algunos inmigrantes que colaboraban en el incipiente desarrollo del lugar”.

De regreso a nuestro territorio, ejerció por poco tiempo como maestra en su Limay Centro natal.

Luego se trasladó a El Sauce, localidad del departamento de Picún Leufú, para trabajar en la Escuela Nº 129 y luego en la
Nº 4 del mismo sitio. La escuela de Colonia Inglesa y la Nº 107 fueron escenarios de su trayectoria. “En una oportunidad pasé 6 meses sin cobrar”, recordó Tota. De esta última escuela del Regimiento fue directora. Posteriormente fue supervisora de enseñanza primaria, y en 1994 se jubiló.

Formó su familia con Rodolfo Caso, con quien se casó en 1947. Tuvieron cuatro hijos: María Alicia, quien falleciera de pequeña; Liliana Beatriz, Rodolfo Eduardo y Hebe Noemí, los que le dieron nietos y bisnietos.

Tota se convirtió en una de las pioneras neuquinas en la lucha por la libertad de sus hijos, detenidos en la última dictadura cívico-militar.

Demostró gran admiración por don Felipe Sapag y por don Jaime de Nevares, quienes la acompañaban en tan dura tarea: reclamar que le devuelvan a sus hijos con vida. “Causa que compartió con otras madres, amainando la pena de aquellas que no pudieron encontrar explicación a tanta pena sin razón”, siguió el escrito de su nieta.

Recuperó a su hijo Eduardo, “Chicato” (apodado así por un compañero de militancia), luego de seis arduos años de peleas y “trámites”, y a una nieta, llamada María Paz, que nació en cautiverio en Devoto.

Asimismo formó parte de la filial Neuquén de la Cruz Roja.

Tota siempre trabajó con la comunidad y los niños, siempre les daba de comer a los de menos recursos y los ayudaba a estudiar. Era tanta su vocación y su buena voluntad que, cuando la trasladaron a la Escuela Nº 106 de Colonia Inglesa, le cambió el frente a la escuela. Las paredes eran de adobe, pero gracias a la ayuda de don Felipe pudo mejorar la construcción. Falleció el 29 de agosto de 2011. Una historia de vida conmovedora que traspasa lo meramente educativo para recalar en lo más profundo de su ser: la lucha por la libertad de su hijo.

Un ejemplo María Pomina.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256

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