“Un dato positivo en momentos de descreimiento”

El pedido de expulsión de un diputado de la nación acusado de “falta de idoneidad moral” es un hecho de trascendencia tanto institucional como política y ha generado un fuerte posicionamiento entre quienes lo apoyan o rechazan.

Los que se oponen sostienen que no existen causales suficientes y que sólo puede hacerse a través del desafuero o el juicio político. Para quienes impulsan su exclusión la causal de “indignidad” estaría en las numerosas causas que tramitan en la Justicia y en el art. 66 de la Constitución nacional: “Cada Cámara hará su reglamento y podrá con 2/3 de votos corregir a cualquiera de sus miembros por desorden en el ejercicio de sus funciones o removerlos por inhabilidad física o moral… y hasta excluirlos de su seno…”.

En varias oportunidades se sancionó a diputados por “carencia de idoneidad moral”: a Luis Patti, acusado de crímenes de lessa humanidad, y a Antonio Domingo Bussi, por su participación en la dictadura, se les impidió asumir sus cargos; a Luis Luque lo expulsaron por su manifestación acerca de que podría haber hecho desaparecer el cuerpo de María Soledad Morales; y Norma Godoy, quien amenazó de muerte a un periodista que la cuestionó por manejos turbios de fondos públicos, y Eduardo Varea Cid fueron suspendidos por 45 días.

En estos casos, como en el del diputado De Vido, se trata de hechos evidentes e irrefutables de inconducta que no pueden asimilarse, como se pretende, a casos de persecución política; como sí lo fueron en su momento el de Ricardo Balbín y otros tres diputados radicales acusados de desacato y cuyos desafueros aprobaron los diputados peronistas en 1949.

En momentos de descreimiento en la política e instituciones, la posible separación de un miembro del Congreso por grave inconducta republicana, tomada por iniciativa de sus propios pares, es una actitud que los ciudadanos debemos reconocer con un dato positivo en procura de salir de la “anomia boba” en que vivimos los argentinos, según definición de Carlos Nino, de la cual son elocuentes ejemplos como el “roban, pero hacen”, vergonzante justificación para votar a corruptos o la indecorosa presencia de Carlos Menem en el Senado de la Nación.

Carlos Segovia

LE 7.304.065

Carlos Segovia

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