“¡Una de ‘Kal’ y otra de arena!”

Muchos que conocen de construcción saben que una mezcla antigua para pegar ladrillos llevaba una de cal y otra de arena. Esto también llamó la atención de Alberto Buitrago Giménez, profesor de lengua en Salamanca, quien sumó a sus tantos dichos “Una de cal y otra de arena”.

Sobre la interpretación de este refrán hay algunas posiciones que dan por sentado que quiere decir que se puede recibir algo bueno y después algo malo, pero quienes han preguntado a su autor se inclinan por que su significado sea el de recibir cosas diferentes, sin importar si son buenas o malas, simplemente diferentes y diferenciadas.

Hace poco hemos recibido la noticia de que el Municipio de Bariloche deberá erogar un alquiler de $ 90.000 por mes, en el lugar donde funcionan sus oficinas de la Secretaría de Turismo y Emprotur. Se trata del edificio que es propiedad de Aerolíneas Argentinas, de Bariloche, considerado patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad.

No se conoce (al menos de mi parte) que durante el gobierno kirchnerista se haya tenido que erogar alquiler alguno, sólo se sabe que había un compromiso formal por parte de la anterior intendenta de Bariloche, la Sra. Martini, de reparar el techo y estructura del mismo, cosa que nunca se realizó, dejando este incumplido compromiso al gobierno que le sucedió, el del Ing. Gustavo Gennuso, quien según las últimas noticias llevará adelante el mismo por un valor aproximado de 5 millones de pesos.

Es sabido que en el gobierno kirchnerista se estatizó la línea de bandera (privatizada por el menemismo), por lo que esta estructura de transporte aéreo pertenece ahora al gobierno nacional, en estos momentos en manos del Pro y sus aliados estratégicos, la UCR, ARI y otros partidos.

Pensaba que, si durante el gobierno anterior recibimos una de “Kal” al darnos la oportunidad de hacer funcionar en el radio céntrico la Secretaría de Turismo de nuestra ciudad, sería posible esta vez cambiar el dicho y poner “una de ‘Kal’ y otra de cal” y dejar las cosas como estaban, reparar el edificio pero que nos permitan funcionar sin tener que erogar alquiler alguno.

En la actual situación es imperioso contar, no con los pesos, sino con los centavos que anden dando vuelta para reparar una ciudad que desde hace más de 25 años sólo ve un parche sobre el otro –mucha cosmética pero nada de
fondo–.

Tal vez para el presupuesto nacional, o el de Aerolíneas Argentinas, $ 90.000 por mes sean una migaja, pero para nosotros significan $ 1.000.000 por año, con los cuales podemos hacer muchos metros de veredas, alguna calle, reparar o realizar algún alumbrado, o ayudar a muchos vecinos cuya situación de tantos años de precariedad hace que ni siquiera puedan reparar un techo en el invierno que se avecina, ¡y vaya si se pueden reparar techos de viviendas humildes con un millón de pesos!

Tengo esperanza en que esta carta llegue a los lugares de decisión de la actual empresa estatal de Aerolíneas Argentinas o al gobierno nacional, o a la Secretaría de Turismo de la Nación, y se pueda entender –esto lo digo con el mayor de los respetos– que nuestra ciudad necesita que le aporten algo más… y le saquen algo menos.

Jorge L. Fernández Avello

DNI 12.862.056

Jorge L. Fernández Avello

DNI 12.862.056


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