Una verdadera pena

El caso de Santiago Maldonado me produce gran pena. No lo conozco, ni a su familia, y comparto sólo parcialmente los reclamos a los que él adhiere. Más allá de la solidaridad con el sufrimiento de sus familiares y cercanos, me parece que debería unirnos aún más que eso. Me hubiera gustado que a todos nos importe de la misma manera su desaparición.

Que no se prestara para ningún otro objetivo que el de saber dónde está y qué le ha pasado. Que ningún político ni partido ni sector busque rédito.

El Estado debe proteger a cada una de las personas. Cuando alguien desaparece se deberían emplear todos los esfuerzos para saber qué ha sucedido. Más aún si representantes del Estado han estado en el lugar de los hechos portando armas.

Cuando un tema de este orden nos desune en lugar de convocarnos, si las fuerzas de seguridad no tienen (aún) un compromiso claro y contundente con los derechos humanos, si el gobierno quiere evitar el perjuicio electoral y cuando partidos y políticos tratan de beneficiarse mediante críticas “de ocasión” no puedo sino sentir pena. Nuestros hijos merecen algo mejor que esto.

Alberto R. Castro

DNI 11.977.658

Alberto R. Castro

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