El desafío de crear para ayudar

Estudiantes de una escuela técnica de Cipolletti hicieron una silla adaptada para un niño con discapacidad motriz. La diseñaron especialmente a su medida, para que pueda trabajar cómodo el año que viene cuando empiece primer grado.

Estudiantes del CET 15 crearon una silla postural para que el pequeño Emanuel tenga las comodidades necesarias para poder empezar primer grado, el próximo año. El proyecto demandó varios meses de trabajo y contó con la participación de la comunidad educativa, profesionales de la salud y la familia del niño.

Emanuel tiene seis años y tiene una discapacidad motriz. Su mamá, Elida Pino, agradeció el gesto de los jóvenes y también del docente de Carpintería, Martín Fernández, que acompañó el proyecto.

El paso a paso de la idea

A principios del 2016 Elida se enteró que el colegio técnico iba a emprender un proyecto para hacer sillas adaptadas. La mujer se acercó a la escuela a hablar con los directivos para comentarles que su hijo Emanuel necesitaba una silla postural para poder empezar la escuela primaria.

Los directivos del CET 15, al igual que los docentes y los estudiantes de primer y segundo año no dudaron en aceptar el desafío, recordó ayer la mujer.

En ese momento comenzaron a trabajar en conjunto con la familia del niño y la kinesióloga de Emanuel, ya que para crear la silla a medida debían tener con exactitud las medidas de su cuerpo. Luego, elevaron el proyecto a Nación y al cabo de cinco meses llegaron los materiales para que puedan comenzar a construir la silla.

“Los chicos estaban muy contentos y en un mes terminaron la silla”, detalló Elida.

El asiento adaptado para Emanuel cuenta con apoya brazos, ruedas para poder trasladarlos a distancias cortas, apoya cabeza y piernas, una mesa para que pueda hacer la tarea y separadores de piernas y torso.

La mujer resaltó el trabajo de los jóvenes debido a que ella no cuenta con obra social y una silla de esas características ronda los 25.000 pesos.

“Muchos sentimos emoción ese día. Esto sirve para la integración, porque los chicos no se van a olvidar jamás de esa linda experiencia y va a quedar grabado en su corazón”, expresó Elida. El gesto de los estudiantes ayudó a que Emanuel pueda comenzar el año que viene primer grado, en la escuela de La Falda.

El asiento cuenta con apoya brazos, ruedas para poder trasladarlo, apoya cabeza y piernas, una mesa para escribir y separadores de piernas y torso.

“Muchos sentimos emoción. Esto sirve para la integración, porque los chicos no se van a olvidar jamás de esa linda experiencia”,

expresó Elida, la mamá del niño que recibió días atrás su nueva silla.

Datos

El asiento cuenta con apoya brazos, ruedas para poder trasladarlo, apoya cabeza y piernas, una mesa para escribir y separadores de piernas y torso.
“Muchos sentimos emoción. Esto sirve para la integración, porque los chicos no se van a olvidar jamás de esa linda experiencia”,

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